Estos son los pueblos más bonitos de España para organizar una escapada de otoño

Estos son los pueblos más bonitos de España para organizar una escapada de otoño

El sonido y el olor a tierra mojada, pasear bajo la
lluvia con el paraguas, salpicar entre los charcos, las hojas quebrándose con
el andar de los caminantes, bosques que se tiñen de colores ocres y rojizos…
Definitivamente, el otoño es una época del año que es especial y adictiva para
muchos.
Todos los destinos irradian una magia especial durante esta estación, pero hay algunos pueblos que merece la pena destacar sobre el resto y que Civitatis, plataforma de distribución online de visitas guiadas, excursiones y
actividades en español, ha querido recopilar en un listado de imprescindibles para visitar en los próximos meses. Cada uno de estos destinos ofrecen un encanto especial, perfecto para una
escapada inolvidable.

1. Yanguas, ideal para el senderismo entre paisajes otoñales

Yanguas, ubicado al norte de Soria, comienza esta
lista de los 10 pueblos más bonitos de España para una escapada de lo más
otoñal. Este pequeño pueblo, rodeado de montañas y bosques de tonos ocres y
dorados, invita a desconectar y sumergirse en la naturaleza más pura. Su
arquitectura medieval se conserva impecable, con calles empedradas y casas de
piedra que parecen haber frenado el desgaste, a pesar del paso del tiempo.

Yanguas destaca por su increíble castillo y la
iglesia de San Lorenzo, monumentos que junto a las vistas hacia el valle del
Cidacos -en Tierras Altas de Soria-, crean un ambiente otoñal de cuento. Su
cercanía a la Reserva de la Biosfera de La Rioja convierte este pueblo en el
punto de partida perfecto para explorar la fauna y flora de la región.

2. Otoño en Sepúlveda y una ruta por las Hoces del río Duratón

Si Sepúlveda (Segovia) enamora en cualquier época
del año, hay que imaginarse el encanto que rezuma en los meses de otoño. Esta
coqueta villa medieval que conquista por sus callejuelas de piedra e iglesias
románicas, se encuentra muy cerca de un parque natural donde las aguas del río
dibujan un paisaje único en Castilla y León: el Parque Natural Hoces del Río
Duratón, un paraje natural donde pueden hacerse desde rutas de senderismo,
hasta descensos en kayak, o disfrutar de sus miradores, y contemplar aves como
águilas reales y halcones peregrinos.

4. Ochagavía, ubicado en pleno corazón de la Selva de Irati

Su imponente puerto, sus paisajes y sus pintorescas
callejuelas, hacen que este municipio asturiano forme parte de la red de los
Pueblos más Bonitos de España. Lastres conviene visitarlo en cualquier época
del año, pero también es una buena opción acercarse en esta estación. Sobre
todo, para los que quieran ver esta pequeña villa de pescadores mucho más
tranquila y disfrutar de una gastronomía de lo más reconfortante y llena de
variedad.

4. Ochagavía, ubicado en pleno corazón de la Selva de Irati

Ubicada a tan solo una hora en coche de la capital,
esta localidad navarra es el lugar perfecto para pasear sin rumbo en los meses
otoñales por sus calles estrechas, o asomarse a su puente de piedra sobre el
río Salazar.

Se encuentra en pleno corazón de la Selva de Irati,
el segundo mayor bosque de hayas y abetos de Europa, después de la Selva Negra
en Alemania. Este extenso territorio, de gran valor natural y ecológico, cambia
sus colores en otoño para enamorar a todo aquel que lo visita. La mejor forma
de disfrutar de esta época en Ochagavía es a través de uno de los senderos que
recorren este espacio natural único.

5. Tejeda, un otoño suave en Gran Canaria

Tejeda es también uno de los pueblos más bonitos de
España para visitar en otoño. Poco más de 40 kilómetros separan a esta
localidad de Las Palmas de Gran Canaria. Gracias a su gran belleza
paisajística, su cultura y su arte, se ha convertido en uno de los destinos más
pujantes en los últimos años.

Es ideal para una escapada otoñal. Cuenta con un
clima mucho más suave y una oferta de ocio en la que puede descubrirse desde el
rico patrimonio arqueológico canario, hasta sus imponentes monumentos
naturales, como el Roque Bentayga, que destaca por sus formaciones geológicas y
está a 10 minutos en coche del pueblo de Tejeda.

6. Castellfollit de la Roca y el Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa

Castellfollit de la Roca se alza sobre un
espectacular risco de basalto de 50 metros de altura, ¡y de casi un kilómetro
de largo! Perderse entre las estrechas calles del pueblo y desembocar en la
antigua iglesia de San Salvador, es obligatorio en cualquier visita a esta
localidad catalana. Además, en el extremo del risco, donde se encuentra el
templo, hay un mirador con unas vistas privilegiadas.

Otro de los encantos de Castellfollit de la Roca es
que se trata de una de las puertas de entrada al Parque Natural de la Zona
Volcánica de la Garrotxa -uno de los mejores paisajes volcánicos de la
Península Ibérica- y un bosque que crece sobre la colada del antiguo volcán
Croscat. Su hayedo y su suave relieve hacen de este destino un lugar ideal para
recorrer en excursiones a pie, en bicicleta o incluso a caballo, especialmente
en otoño.

7. Sos del Rey Católico, el otoño en el Alto Aragón

Aunque Sos del Rey Católico está rodeado por una
riqueza paisajística sin parangón, su legado histórico brilla también con luz
propia. Este pueblo aragonés vio nacer a Fernando el Católico y representa una
pequeña pero importante parte de la historia de España. Visitar sus palacios,
iglesias y fortalezas en otoño es toda una delicia. Al igual que pasear por sus
coloridos bosques, y contemplar los atardeceres desde alguno de sus miradores.

8. Torla-Ordesa, una localidad con magia y encanto

Un paseo por el campo es agradable en cualquier
época del año, pero si a esto se le añaden los colores del otoño, ¡ese instante
se vuelve más mágico aún! Y siguiendo estos agrestes caminos, la ruta llega al
municipio de Torla-Ordesa, la puerta de acceso al valle de Ordesa, en el
Pirineo aragonés. Está catalogado como Patrimonio de la Humanidad por la
Unesco.

Adentrarse en sus calles es viajar en el tiempo
hasta el más puro medievo. La iglesia de San Salvador, el Museo Etnológico que
fue un antiguo castillo o las casonas tradicionales son solo algunos ejemplos
de ello. En cuanto a naturaleza, el paisaje del valle de Ordesa está engalanado
con pequeñas cascadas, riachuelos y los colores ocres de las hojas caídas de
hayas, abetos, pinos y tremolins. Los
más aventureros, durante el mes de octubre, incluso pueden realizar actividades
como barranquismo o una vía ferrata.

9. Cangas del Narcea, en el corazón de la denominada Puerta de Asturias

Cangas del Narcea es, sin duda, otro de los pueblos
más bonitos de España para visitar en otoño. Esta localidad se ubica al
suroeste del Principado, en el corazón de la llamada Puerta de Asturias. Es una
de las villas con mayor número de palacios y casas blasonadas en el centro
urbano de toda Asturias.

Además, se encuentra muy cerca se encuentra la
Reserva Natural Integral Muniellos. Este bosque protegido es el mayor robledal
de España y uno de los mejor conservados de toda Europa. No solo acoge robles
en su entorno, también se pueden ver hayedos y abedules salpicados por la
presencia de acebos y tejos, los reyes perennes del otoño en Munieḷḷos.

10. El Tiemblo y un recorrido de castaños por la Reserva Natural del Valle de Iruelas

A tan solo 90 kilómetros de Madrid, El Tiemblo, en
la provincia de Ávila, se encuentra en esta lista de los pueblos más bonitos
para visitar en esta época del año. Tomando esta localidad como punto de
partida, una de las mejores actividades que se pueden hacer es una ruta de
senderismo por su magnífico castañar.

Su bosque de castaños alberga un ejemplar centenario
que se ha convertido en un popular reclamo de la Reserva Natural del Valle de
Iruelas. El camino hasta ese punto es sinónimo de deleitarse con el
impresionante contraste entre los diferentes matices de color de los castaños,
robles, acebos y pinos.

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