¿A qué sabe el verano? Atrapar los aromas: la nueva revolución del helado

¿A qué sabe el verano? Atrapar los aromas: la nueva revolución del helado

¿Qué fue primero: el helado de nieve o el de hielo? ¿Cuándo y por qué se crearon? ¿Cómo surgió la idea de la primera heladera? Cuando se indaga en la historia, todas las referencias indican que Marco Polo fue quien trajo, entre sus baúles llenos de maravillas procedentes de China, la receta de un gélido bocado que había probado a base de nieve y miel. Se sabe que los persas, en el 400 a.C., gustaban de una especie de flan helado elaborado con agua de rosas y cabello de ángel. Y que Alejandro Magno aliviaba los sofocos del verano a base de un cóctel de nieve, miel y néctar. La idea de mezclar leche y hielo se le atribuye al séquito de cocina del Emperador Tang. En el siglo X, en Sicilia, durante la dominación árabe, se preparaba un trago helado al que llamaban sherbet o sharbat: una mezcla de fruta y miel con la nieve del Etna. Se le atribuye a un chef francés el añadido del huevo al sorbete de frutas. Se considera el padre del helado al siciliano Francesco Procopio dei Coltelli quien, en 1660, inventó de la primera heladera de la historia. El boom llegó en el siglo XVIII cuando otro italiano, Filippo Lenzi, abrió en Estados Unidos la primera tienda de helados. Y así… continúa la historia hasta hoy.

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