Acordes y desacuerdos de Gustavo Dudamel y la Filarmónica de Los Ángeles en Barcelona

Acordes y desacuerdos de Gustavo Dudamel y la Filarmónica de Los Ángeles en Barcelona

El final de la Sinfonía del Nuevo Mundo, de Antonín Dvořák, es trágico por mucho que la obra termine en un acorde en modo mayor. Y el tono fúnebre lo invade todo antes incluso del inicio de la coda. Gustavo Dudamel lo remarcó, el pasado martes, 28 de mayo, al frente de la Filarmónica de Los Ángeles, con una leve cesura no escrita previa al meno mosso e maestoso. Una licencia que potenció el efecto de los choques disonantes en los metales y del referido acorde final que se disolvió en el mutismo de un pianississimo. El público, que llenaba el Palau de la Música Catalana, se quedó extasiado unos siete segundos antes de arrancar en bravos y aplausos.

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