Adiós al calor asfixiante: crean un nuevo tipo de tejido que reduce la temperatura en 8,9 grados

Adiós al calor asfixiante: crean un nuevo tipo de tejido que reduce la temperatura en 8,9 grados

El verano ya está aquí y con él las [[LINK:TAG|||tag|||633612f85c059a26e23f76a7|||olas de calor]] habituales
en los meses de julio y agosto. La solución, para la mayoría de las personas,
es vestir fresquito, evitar la exposición excesiva al sol y darle al aire
acondicionado. Esto último es lo más efectivo para lograr una sensación térmica menos agobiante, pero requiere un alto consumo de energía. Científicos de la
Universidad de Chicago han desarrollado una solución alternativa que puede ser
mucho más eficaz y menos costosa: un nuevo tipo de tejido capaz de reducir
la temperatura, comparado con la seda que comúnmente se utiliza en camisas,
vestidos y otras prendas de verano, en 8,9 grados y que responde al nombre
de SSHF, iniciales en inglés de tejido jerárquico espectralmente
selectivo.

Chenxi Sui y Ronghui Wu son los investigadores
de la Escuela de Ingeniería Molecular Pritzker de la Universidad de
Chicago, que han publicado un artículo en la revista Science con los
avances conseguidos con este material. Destacan que el problema del calor no
solo proviene del sol, sino de las ciudades que se convierten en islas de
calor urbanas por el efecto multiplicador de la radiación térmica que emiten el
pavimento y los edificios. Con unas previsiones de que para 2050 el 68% de
la población viva en ciudades, la dimensión del problema es evidente.

‘La gente normalmente se enfoca en el rendimiento o el
diseño del material de los textiles de enfriamiento. Para hacer un textil que
tenga el potencial de aplicarse a la vida real, debes considerar el entorno’,
explica Wu en un artículo publicado por la Universidad de Chicago.

Según sus cálculos, solo el 3% de la ropa que viste una persona enfrenta directamente la luz solar. El otro 97% se calienta por la
radiación térmica que le llega desde abajo y de los lados, contra la cual
soluciones como los tejidos emisores de banda ancha no pueden luchar.
Estos son los que se conocen como tejidos refrigerantes que ya existen
para los deportes al aire libre y que funcionan reflejando la luz del sol en
un patrón difuso.

‘La luz solar es luz visible, la radiación térmica es
infrarroja, por lo que tienen diferentes longitudes de onda. Eso
significa que necesitas tener un material que tenga dos propiedades ópticas
al mismo tiempo. Eso es muy desafiante de hacer. Necesitas jugar con la
ciencia de materiales para diseñar y ajustar el material para que te dé diferentes
resonancias en diferentes longitudes de onda’, señala Sui.

En pruebas realizadas bajo el sol de Arizona, el nuevo tejido de Sui y Wu demostró resultar 2,3 grados más fresco que el tejido emisor de banda ancha utilizado para deportes de resistencia al aire libre. Pero la diferencia sustancial está con la ropa común, los 8,9 grados de diferencia mencionados, y en que el tejido puede tener otros usos además de la ropa.

Los
investigadores trabajan ahora en una versión más gruesa del SSHF que está
protegida por una capa invisible de polietileno y que podría usarse para recubrir
los lados de un edificio o el exterior de un automóvil, reduciendo así la
temperatura en el interior sin necesidad de utilizar medios que consuman
energía. También podría utilizarse para fabricar bolsas y cajas en
las que transportar alimentos frescos sin que se estropeen por el calor.

‘Puedes ahorrar mucho en enfriamiento, electricidad y costos
de energía porque este es un proceso pasivo’, afirma Sui sobre este
invento para el que ya cuentan con una patente provisional.