Alejandra Rubio afronta su segundo trimestre de gestación y la barriguita de premamá ya es indisimulable. Tan estilosa como siempre, la influencer presume de tripa siempre que puede con unos looks que demuestran que las embarazadas también pueden estar al día en cuanto a tendencias. Sin embargo, la hija de Terelu Campos ha tenido que enfrentarse a algunas críticas que, aunque no le preocupan, sí le hacen preguntarse por qué a la gente parece molestarle tanto que muestre su vientre.
“A diario recibo mensajes y comentarios de personas ofendidas, molestas porque enseño mi tripita de embarazada. Siempre he ido con la tripa al aire, lo que pasa es que cuando la tenía plana no le molestaba a nadie”, comenta la nieta de María Teresa Campos en sus redes sociales, donde también lanza una pregunta a otras mujeres que igual que ella esperan un bebé: “Futuras mamás, ¿a vosotras también os llegan este tipo de comentarios?”.
Lo cierto es que Alejandra Rubio ha tenido que hacer frente a todo tipo de críticas desde que se dio a conocer su embarazo, empezando por todos los que la señalaron por fumar durante su estado de buena esperanza. “Fumar es malo siempre y lo dice una asquerosa fumadora, pero hay momentos en que el corte radical provoca un estado estrés que es muchísimo peor. Entonces, si te fumas dos o tres pitillos… no debes fumarte ninguno, pero a ver”, intentó excusarla su madre, que confesó que ella también fumó durante el embarazo y aseguró que su hija estaba en manos de dejarlo: “Está con la doctora y está muy centrada en ello”.
Tampoco ha estado exenta de críticas, igual que su pareja y padre del futuro bebé, Carlo Costanzia, por la actitud que han mostrado con la prensa desde que anunciaron el embarazo. Los dos parecen renegar de los medios de crónica social, los mismos a los que terminan acudiendo cuando la cuenta se resiente. De hecho, la influencer, que hace bien poco anunció que se alejaría temporalmente de la televisión para centrarse en su trabajo en las redes sociales, volverá a la pequeña pantalla como colaboradora del programa “Vamos a ver”. Teniendo en cuenta su animadversión al corazón, hemos de suponer que no participará en el club social del programa, sino que sus tertulias tratarán sobre, por ejemplo, la inflación, la crisis migratoria o la guerra en Ucrania, ¿no?
