Alfonso Arús: “Mi espina es no haberme sentado aún con Julio Iglesias en su casa, revisionar vídeos y crear juntos un especial sobre su vida”

Alfonso Arús: “Mi espina es no haberme sentado aún con Julio Iglesias en su casa, revisionar vídeos y crear juntos un especial sobre su vida”

Si su nombre es historia de la televisión, la proeza que ha logrado en tiempo récord es histórica: Alfonso Arús (Barcelona, 1961) estrena la séptima temporada de Aruser@s, un formato que él denomina ‘humorning’ y como líder indiscutible en su franja desde que en la cuarta superó a todos sus rivales. Alfonso es también el único profesional que ha podido rodearse de su entorno más cercano: desde su esposa, Angie Cárdenas, mano derecha y subdirectora, al más joven de sus cuatro hijos, Hans, al frente de tendencias tecnológicas y vídeos virales. El periodista, productor y presentador –también es director del programa–, confiesa ser adicto al maíz tostado y el fuet, más supersticioso que un actor de teatro pero constante y metódico en su trabajo como nadie. Su mayor temor, quedarse sin voz y su espina clavada… “No haber podido entrevistar a Julio Iglesias en su casa: he hablado con él en radio, varias veces, pero mi idea soñada es sentarnos en su casa, revisionar vídeos juntos y crear un especial en televisión. Incluso un documental o una serie”. Aún hay tiempo.

Este lunes 26 de agosto arranca la séptima temporada de Aruser@s en laSexta tras dos años de liderazgo en las mañanas. “En realidad, cada temporada empiezas de cero: los resultados de la anterior no contabilizan. Saber que cuentas con el apoyo del público tranquiliza pero hay que salir como si el pasado no existiera. Con ilusión, más que nervios por la idea de mantener a las generaciones que me conocen y captar a gente de las nuevas que aún no me han descubierto”, explica a La Razón el periodista. El actual Aruser@s, heredero del catalán Arucitys durante 16 años; en total, 22 años de éxito. “Mariposas en el estómago, siempre hay aunque no vértigo. Bueno, en realidad te reconozco que lo padezco físicamente, pero en lo profesional, me encantan las alturas”.

Quizá por esa aversión a mirar desde arriba y aunque menos presentar un informativo lo ha hecho todo en televisión –su último invento, el humorning, es lo que nos lleva a entrevistarle– confiesa que no le seduce la idea de retransmitir desde el espacio: “Creo que me pasaría como a los astronautas de la Estación Espacial Internacional, que iban para una semana y acaba de saberse que no volverán hasta febrero”. Que Alf, el añorado extraterrestre ochentero, sea su personaje preferido de ficción pesa menos que la tendencia innata de Arús a rechazar excursiones exóticas como las que proponen hoteles y touroperadores.

Cuenta Arús que en vacaciones se relaja no solo tomando el sol, sino “leyendo actualidad sin prisas (cosa que no puedo hacer cuando trabajo), escuchando música que hoy triunfa para ponerme al día (¡ya me gusta Karol G!) y, sobre todo, viendo muchas películas y series; si son españolas, mejor”. No lo busque el lector en Instagram u otras redes sociales. No tiene cuenta en ninguna: “Es que no me aportan nada, de veras. Mira, si algo no soporto es el egocentrismo y la pedantería; estar en una comida o una cena con pedantes me hace desconectar. Pues con las redes sociales en parte me ocurre algo muy similar; no me va ver a la gente alardeando continuamente”.

Alfonso es un profesional muy crítico consigo mismo. Guioniza, presenta, dirige, inventa, da juego y no hace más cosas en directo porque solo tiene dos brazos. Cree, no obstante, que su mejor virtud no es tanto la versatilidad como la constancia: “Es gracias a ella que llevo 41 años trabajando en medios, unos de primera línea, otros quizá no tanto, pero sin haber conocido el paro”, señala. Pasión, aplicación, tenacidad y perfeccionismo si lo vemos desde fuera: “El crítico más duro conmigo, el más implacable, soy yo mismo, mucho más que los demás. Y no es una frase hecha sino que la digo con profundo conocimiento de causa porque conozco muy bien mi profesión”. Nos confiesa Alfonso que tal vez haya alguien cuya opinión teme tanto como a la propia: “Conocí a Miquel Argimbau como guionista del programa El sacapuntas, en Radio Juventud. Él me dio la oportunidad de debutar en radio y después ha sido guionista mío muchos años. A él le hago mucho caso. Ayer mismo estuvimos charlando”.

De este verano que ya termina lamenta haberse perdido el “visto y no visto” de Puigdemont. “Por un momento pensé que teníamos un segundo caso del Yoyas. Me lo imaginé escondido como él, con la familia llevándole comida… (risas)”. Tanto en televisión como en radio, Arús lleva años apostando por el infoentretenimiento, un género complicado por el riesgo de ser menos escrupuloso con la información. No es el caso de Aruser@s. “Si de algo me siento orgulloso es de no haber tenido que rectificar nunca una información ofrecida en el programa. Creo que nuestra credibilidad está más que demostrada. A veces es mejor esperar cinco minutos y no querer ganar siempre la carrera de cien metros y que luego te descalifiquen”. Todos sus tertulianos son periodistas y tal vez, gracias al olfato que se le supone al oficio, el último programa de la sexta temporada lanzó varios vaticinios que dieron en el clavo, entre ellos, el adiós de Joe Biden, que las pruebas de natación en el Sena serían aplazadas y que los miembros del CGPJ seguirían discutiendo. “En broma y de forma distendida, se dicen grandes verdades”, desliza Arús.

Por cierto, aunque lo sea, no le gusta que le llamen ‘rey de las mañanas’. Prefiere algo más cariñoso. Algo como… ‘búfalo’. En cualquier caso, no le entusiasman títulos que siempre son efímeros, sino dejar la huella de predecesores como José María Pallardó, Josep María Bachs y José María Íñigo, tres de sus referentes. “Me gustaría ser recordado como el profesional que, con un formato propio, adelantó el horario competitivo de las mañanas a las 7 h, al margen de los informativos. Y este es un mérito de Javier Bardají y de José Antonio Antón que desde la Sexta creyeron en esta idea”. Alfonso Arús se despide con una confesión que agradecemos. A la pregunta si es capaz de imaginarse a sí mismo dentro de X años cuando no esté en pantalla, adelanta lo siguiente: “Cuando me retire de la pantalla, o me retiren (risas), me encantaría seguir produciendo y dirigiendo Aruser@s, con mi familia implicada en el programa. Creo que es un formato que tiene futuro más allá del presentador”. 

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