Ana Peleteiro se confiesa: su marido, su hija, cómo fue su adopción y el racismo

Ana Peleteiro se confiesa: su marido, su hija, cómo fue su adopción y el racismo

Vicky Martín Berrocal sabe cómo conectar con el público. No
solo desde que se diese a conocer como mujer de Manuel Díaz ‘El Cordobés’,
ganándose la simpatía del público, o cuando apostó por su faceta como
diseñadora hasta encumbrarse con muy buena crítica y el respaldo de grandes
estrellas del ‘star system’. El mismo éxito está cosechando con su podcast de
entrevistas en profundidad, ‘A solas con’, en su nueva temporada, que se
estrena con Ana Peleteiro, atleta olímpica y uno de los referentes del deporte
patrio. Un lugar donde la entrevistadora ha conseguido que la gallega se sintiese
cómoda para tratar temas muy personales, que van desde el proceso de adopción
que le trajo a nuestro país, rompe el hermetismo sobre su marido y repasa
alguno de los capítulos que han marcado su vida. Una charla íntima con las
emociones a flor de piel que ha conmovido a propios y extraños, yendo de la
risa al llanto, según se pasaba de una anécdota a otra y entre confesiones
personales.

Uno de los temas recurrentes en las entrevistas que realiza
Vicky Martín Berrocal es la salud mental. La atleta ha confesado cómo en su
última gran prueba, durante los Juegos Olímpicos de París, tuvo que vencer no
solo a sus rivales, sino también a sus propios demonios internos: “No me
encontraba bien psicológicamente”, pues se enfrentó a dificultades añadidas
como la presión o las inclemencias del tiempo. No consiguió sus propias metas y
esto le hizo acudir a terapia, pues precisó ayuda para gestionar lo sucedido: “El
atletismo es un deporte individual en el que te juegas todo a un día. Y que ese
día se pueden dar cien mil circunstancias para no dar lo mejor de ti (…) Me
daba miedo lesionarme. Pensé que podía verme con 28 años, una hija, una lesión
que me aparta dos años. Estaba en un momento tan sensible anímicamente que
cualquier cosa que pasara me podía apartar de mi objetivo, que era seguir al
más alto nivel”. Pero ahora también valora los momentos que pasa junto a su
familia por encima de todo, algo que ha entendido especialmente con el
nacimiento de su hija, fruto de su matrimonio con Benajmin Compaoré. Él ya
aportaba tres hijos de una relación anterior.

“Yo sufrí mucho este año, porque me perdí muchas cosas de mi
hija. Me perdí muchos momentos con un objetivo y que, cuando estoy a punto de
alcanzar el objetivo, esto me falle. El último mes y medio fui todos los días a
terapia para que no me pasase eso. Y es cierto que no me pasó como tal, pero
también es cierto que, como no conseguí el objetivo, me vino todo del golpe”,
reconoce Ana Peleteiro, ya recuperada, después de haberse refugiado en sus
seres queridos en Galicia, “con la gente con la que me siento bien y en paz”.
Entre ellos está su esposo, quien ya ha dejado la competición para ejercer
ahora como su preparador. Después de muchos años confiando en Iván Pedroso como
entrenador, le sustituyó por su marido. Sabe que esto podría tensar su
relación, pues son muchos los que le han advertido, pero considera que su
vínculo es lo suficientemente fuerte como para superar este reto: “Esto podría
afectar a mi vida de pareja, pero somos muy sensatos y creo que lo vamos a
llevar bien (…) A veces tengo afán de protagonismo porque soy hija única, lo
reconozco, pero Benjamín no es una persona sin carácter, pero sí una persona
más tranquila. Es más fácil que yo y juntos hacemos muy buen equipo”, le
asegura a Vicky Martín Berrocal en su podcast, que está gozando de muy buena
acogida.

Y es que siempre se agradece cuando el entrevistado se abre
en canal, como así ha hecho Ana Peleteiro al tratar cuestiones como su
adopción. Lo que tiene muy claro es que “he vivido en un ambiente idílico”, lo
que incluye que “no he sufrido mucho racismo, alguna vez sí, pero mi padre
siempre me ha enseñado a defenderme con argumentos y con coraje”, destaca Ana
Peleteiro, que ha puesto el foco en cómo terminó en Galicia, después de que su
madre biológica la abandonase cuando dio a luz: “Imagínate dar a luz y tener
que darla. Me puedo morir. Solo de pensarlo, me dan ganas de llorar”, confiesa,
a la vez que agradece el gesto de sus padres adoptivos por darle una
oportunidad y por la generosidad con la que le han criado: “Toda mi vida he
sabido que soy adoptada, siempre lo he sabido y mis padres lo han tratado con
total naturalidad”. Aun así, de joven le asaltaban las preguntas sobre sus
orígenes y al no tener respuestas, se imaginaba escenarios que no sucedían,
como dar por muerta a su madre biológica. Ahora entiende que se trataba de un
mecanismo de defensa de su cerebro “para evitar el dolor” y que después no ha
sentido necesidad de buscarla: “Yo prefiero quedarme así. He recibido un amor
tan bonito y tan puro por parte de mi familia. A mi madre biológica no le
guardo ningún rencor. Me ha hecho el mejor regalo de mi vida, mis padres”,
decía sin poder contener la emoción, que se la contagiaba a Vicky Martín
Berrocal, protagonizando un emotivo instante.

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