Antonio Orden: «Aceptaría un combate con Topuria.Peleamos con quien sea y donde sea»

Antonio Orden: «Aceptaría un combate con Topuria.Peleamos con quien sea y donde sea»

Antonio Orden atiende a LA RAZÓN en el restaurante Thai Arturo Soria. El madrileño, de 32 años, es la imagen del muay thai en España. Dos veces campeón del mundo por el Consejo Mundial (WBC), el título más prestigioso de la disciplina. Su próximo objetivo, de la mano de su representante, Antonio Ricobaldi, es competir en el One, la NBA de su deporte.

¿Cómo es la vida de un dos veces campeón del mundo?

Es una vida un poco difícil, porque es un deporte minoritario en España, pero cuando eres campeón del mundo es un orgullo, una ilusión, los premios son mucho mejores y a día de hoy, en este punto en el que estamos, es fantástica.

¿Se puede vivir del muay thai en España?

Teniendo claro en un primer momento y montándotelo bien sí se puede vivir. Pero no solo de las peleas como tal, ya tiene que ser montando tu propio gimnasio si eres un tío reconocido y te va bien, siempre haciendo más cosas. Solo de peleador es muy difícil, no tienes ayudas, no tienes espónsor, a la gente no le interesa porque es un deporte minoritario, entonces es muy difícil vivir de ello.

Empezó siendo chatarrero y ahora tiene una cadena de gimnasios. ¿Cómo ha sido ese camino?

Siempre he tenido claro que me gustaría montar mi propio gimnasio y siempre he buscado trabajos que pudiera compaginar con el entreno y con entrenar a chicos. Llevo desde 2015 dando clases en mi propio gimnasio o en otros más chiquitillos. Siempre compaginándolo con el trabajo y el de chatarrero era uno de ellos. Es complicada la evolución, pero poquito a poquito tú te vas haciendo un nombre, vas consiguiendo tus objetivos como deportista, la gente te va reconociendo en el círculo del muay thai y al final puedes montar tu propio gimnasio. Es complicado, pero al final se ha podido.

¿Cómo compaginaba el trabajo de chatarrero con la preparación para las peleas?

En otros trabajos eran trabajos de cuatro o cinco horas. En la chatarrería siempre iba a jornada completa los veranos, el trimestre de verano. Yo compaginaba peleas con ello y ha sido muy duro, porque el sol, el calor, la chatarrería, el esfuerzo, entrenar después, agosto, Madrid, qué te voy a contar. Pero son trabajos de tres meses, nunca he estado un año completo trabajando en la chatarrería a jornada completa. Han sido tres meses, combinándolo con la preparación, eso sí, y los demás trabajos han sido de media jornada, sí es duro. Pero sarna con gusto no pica. Tenía claro que quería ser un campeón y había que hacerlo.

¿Cómo se combina todo, los entrenamientos, las clases, con la vida familiar?

Eso se compagina echándole mucha carga a la pareja. Casi toda la carga familiar la lleva ella. Yo pierdo mucho tiempo de verles y de estar con ellos, es un sacrificio que tenemos que hacer y quitando que llevo a la niña al cole por la mañana ya no los veo hasta la noche. Lo compagino porque tengo un apoyo incondicional que es mi chica y es la que carga con todo el tema familiar.

[[QUOTE:PULL|||«Me enganché al muay thai un verano viendo Eurosport y me apunté al gimnasio»]]

¿Cómo se le ocurrió empezar en el muay thai?

Fue un verano viendo Eurosport, que lo echaban en abierto antes. Veo en un torneo de K1 en Japón a Buakauw, que es una leyenda del muay thai y del K1, y me enganchó. Me enganchó tanto que decidí entrar en el gimnasio del barrio de kickboxing y de ahí ya me llevaron a competición, me gustó mucho y hasta el día de hoy. Pero vamos, que fue viéndolo por televisión.

¿En seguida vieron que tenía capacidades para competir?

Sí, sí. Desde el primer momento. El gimnasio del barrio no estaba ligado a la competición, hacía interclubes y demás, y al gimnasio que me fui, que era el gimnasio Barceló, sí que estaba en competición y mi entrenador, Ángel Martín, lo vio pronto y nos metimos en la competición.

¿Qué referencias tenía cuando empezaba?

En el deporte de contacto Buakauw, es la leyenda del muay thai, del K1. Y todos los peleadores nos fijábamos en él. Buakauw es el espejo en el que nos hemos mirado, salvando las diferencias, porque no peleamos como él, pero queremos conseguir los mismos éxitos que ha tenido él.

¿Qué le ha aportado en su carrera su mánager, Antonio Ricobaldi?

Lo he dicho en muchas ocasiones,
Ricobaldi tiene toda la importancia de la repercusión mediática de
mi deporte. Yo antes de estar con él había sido campeón del mundo
y no había pasado por ningún medio, había pasado desapercibido y
al estar con él ha hecho que Antonio Orden sea conocido bastante
más, que salga en todos los medios de comunicación y que el muay
thai se beneficie también de ello. Es muy importante.

¿Qué importancia tiene Ángel Martín en su carrera?

Ángel es todo. Él se implica mucho y siempre está encima de ti. Es un entrenador de 10, él es todo. Yo creo que sin su disciplina no hubiera llegado ni a la mitad de las cosas, porque yo tenía un sueño, pero siempre tienes que tener un conductor que te guíe y él era el conductor de todo este proyecto y es el que lo ha llevado a cabo.

¿Le costaba la disciplina de gimnasio?

Es que es muy duro a esa edad. Nos gustaba entrenar, pero eres joven, a lo mejor un martes había partido de Champions y te escaqueabas, pero llegaba el miércoles y me castigaba. Me hacía ver que lo importante era eso por lo que estábamos trabajando y ya tendríamos tiempo de disfrutar de partidos y de cosas. Y al final su disciplina me la ha contagiado a mí y yo se la he contagiado a mis chicos.

¿No tuvo tentaciones como todos los chavales de jugar al fútbol?

Sí, yo jugué como cualquier chaval, pero jugué hasta los 14 años, en categoría cadete, y ya dejé de jugar al fútbol para dedicarme a esto que me llenaba más. Pero sí, el fútbol me apasionaba también.

Estuvo en Tailandia entrenando, pero prefirió volver a casa y entrenar con Ángel.

En Tailandia ellos se enfocan a su forma de entrenar y a su forma de pelear, que no tiene nada que ver con la mía. Yo tengo mi forma de entrenar, que no tiene nada que ver con Tailandia, Ángel me conoce perfectamente y en las grandes ligas tengo que estar con el que me ha llevado y con el que me conoce. Y ése es Ángel. A mí me encanta estar aquí, en mi casa, entrenar bien, estar arropado por mi familia, aunque les vea poco, y tener mi proyecto de la pelea con mi entrenador, que sabe cuáles son mis cualidades y cómo las podemos aprovechar.

¿Fue muy dura la estancia en Tailandia?

Tuve un poco de jet lag que me duró bastante tiempo, no podía dormir por las noches. Fui diez días o una semana antes de la pelea y dormía tres horas por las noches. Y luego la dieta, la deshidratación, el calor de allí, que es un clima un poco diferente, y sí, fue un poco complicado. Hoy me iría dos o tres días antes de la pelea para aclimatarme un poco y listo. Como en casa en ningún lado.

La pérdida de peso la consiguió casi de forma natural por el clima.

Eso es. Sabíamos que ese clima ayudaba un poco más al peso por la deshidratación, y quisimos hacerlo allí por eso, pero a día de hoy me hago el trabajo aquí y me voy en peso para allá, que no me gusta.

Es campeón del mundo por el Consejo y está cerca de entrar en el One. ¿Qué significa eso para usted?

Para mí significa todo. One es la promotora más grande ahora mismo, la más reconocida. Aunque el cinturón del WBC es ahora lo que más vale porque es un trabajo constante y eso es un evento más televisivo, pero es donde está la economía y la publicidad para un luchador. One es muy importante y es un sueño llegar allí y creemos que estamos cerca gracias a estas dos maravillas que hemos conseguido [los dos cinturones de campeón del mundo del WBC].

One se puede decir que es la UFC del muay thai. ¿Se plantea un combate con Topuria?

A ver, yo sé que está lejos. En el momento en el que estamos cualquier pelea o cualquier combate que llame la atención de los medios deportivos es bueno. Yo siempre cogería un combate así, ya sea Topuria ya sea otro. Si llama la atención, ahí vamos a estar.

Habría que adaptar las reglas.

Tendríamos que pactar las reglas y un peso que sea equilibrado para los dos. Estamos abiertos, somos peleadores y es lo que sabemos hacer. Peleamos con quien sea y donde sea.

¿El resto de artes marciales también se han aprovechado del tirón de Topuria?

El muay thai no ha notado nada. Es verdad que a los que estamos arriba nos inspira un poco para cómo hacer las cosas para que en nuestra arte marcial también llegue. Pero no se ha notado la repercusión mediática que han tenido las MMA ni en el boxeo ni en el muay thai.

¿Le sirve de referencia como para querer ser el Topuria del muay thai?

A mí me gustaría llevar el muay thai hasta donde está llevando él las MMA en España. Como cualquier deportista español que lleva el deporte a lo más alto es un referente, lo miro con admiración.

[[QUOTE:PULL|||Me gustaría pelear en el Bernabéu, en Las Ventas, en cualquier sitio grande y muy español»]]

¿Le gustaría pelear en el Bernabéu también?

En el Bernabéu, en Las Ventas, en cualquier sitio grande que sea muy español.

Así lo ve su mánager, Antonio Ricobaldi

¿Hasta dónde puede llegar Antonio Orden?

La progresión es exponencial, dinámica y hacia arriba. No tiene techo, como hemos dicho muchas veces. Está en el top1 del consejo mundial y ahora vamos a entrar por todo lo grande ya firmando un gran contrato con One en breve. Está todo en marcha y Antonio va a ser el español que va a traer el One a Las Ventas. Otros lo van a llevar al Bernabéu y nosotros lo vamos a llevar a un sitio igual de mítico.

¿Es sencillo encontrar apoyos para el muay thai?

Nosotros nos movemos, nosotros somos gente con suerte y con mucho trabajo detrás, Antonio es un gran trabajador, es empresario, es promotor y el trabajo se ve recompensado y los medios de comunicación ayudan a que las grandes empresas que empiezan a patrocinar a Antonio tengan su reflejo en él porque es un hombre que les va a aportar.