Apenas unos 12.000 autónomos cotizaron por la base mínima en 2023 en la Comunidad, un 88% menos que el año pasado

Apenas unos 12.000 autónomos cotizaron por la base mínima en 2023 en la Comunidad, un 88% menos que el año pasado

Castilla y León experimentó una caída cercana al 88 por ciento en el número de personas autónomas que cotizaron a la seguridad social por la base mínima en el último cuatrimestre de 2023, al pasar de más de 100.000 personas en 2022 a poco más de 12.000 al cierre del pasado año. Un cambio que se produjo como consecuencia de la implantación del nuevo sistema de cotización por ingresos reales, según informaron desde la Asociación de Personas Trabajadores Autónomos y Autónomas Dependientes de Castilla y León (TradeCyL).

Con motivo de la presentación del ‘Informe trimestral. Trabajo autónomo Castilla y León’, su secretaria, Ana María Vallejo, apuntó que se experimenta un “cambio muy grande” en dicha evolución de la mano de un sistema que Trade reclamaba desde hace tiempo por ingresos reales, al “creer que es el adecuado”, aunque todavía le falta un importante camino por recorrer y por ajustar tramos, aclaró.

“La gran mayoría elegían la base en la que menos se pagaba, muchas veces sin pensar en el futuro, porque lo que hoy se cotice será lo que recibirás de pensión, que se traducía en muchos casos en los que llegada esa etapa había personas con pensiones mínimas que tenían que ser, posteriormente, compensadas por la Seguridad Social, lo que era deficitario para todos”.

Con la implantación del nuevo sistema, se produce un cambio y hay un paso al siguiente tramo de la base mínima. Así, en el segundo tramo, se pasó de unas 8.000 personas en el inicio de 2020 para albergar a finales de 2023 unas 90.000 cotizaciones. “Esto refleja que era verdad que las personas trabajadoras autónomas elegían la base de cotización mínima y muchas veces no era acorde con los ingresos”, afirmó.

Vallejo subrayó que las personas autónomas en Castilla y León “descienden mes a mes y trimestre a trimestre y los datos son negativos”. Pese a que a nivel nacional se repunta y el dato crece, en la Comunidad la tendencia es la contraria, puntualizó.

Detalló que en el cuatro trimestre de 2023 había 185.295 afiliaciones al Régimen de Autónomos de la Seguridad Social en Castilla y León, de los que 115.019 fuero autónomos como persona física, mientras que las 70.276 afiliaciones restantes corresponden a autónomos societarios, miembros de cooperativas o colaboradores familiares.

De esa forma, los autónomos como persona física de Castilla y León son el 5,7 por ciento del total de existentes a nivel nacional, al destacar especialmente el peso de los del sector agrario, pero también los de más edad y mas antigüedad, así como los que tienen pluriactividad.

Relevo generacional

La responsable lamentó que “no existe una apuesta decidida” por parte de las administraciones por el relevo generacional, lo que se traduce en una “situación traumática”, donde negocios viables ubicados en los centros de las ciudades cierran, muchos de ellos por jubilación, dado que nadie recoge el testigo.

Una situación que incide más en las zonas rurales y la importancia que representa esa pequeña tienda o bar en un pueblo, remarcó, donde echó en falta una “apuesta decidida” por apoyar a jóvenes que quieran recoger el guante de un “negocio viable en los que no se va a perder dinero”.

“La Junta y los diferentes ayuntamientos deben aportar su granito de arena y poner en marcha medidas, ya sean con programas subvencionables o con tratar de casar oferta con demanda”.

Y es que, dejó claro a Ical que la juventud “huye del pueblo, en muchos casos, porque no existe una alternativa, ya que gran parte de esos casos les gustaría quedarse en su municipio, pero el problema es que no hay una iniciativa para ello, de ahí la importancia de ayudas y apoyos en esta materia”. “Hay que hacer pedagogía para entender que en los pueblos la gente joven tiene su espacio y puede encontrar una buena manera de vida”, aseveró.