El equipo Aprilia de MotoGP ha anunciado esta tarde el fichaje de Jorge Martín, actual líder del campeonato, en un movimiento que ha pillado a medio paddock a contra pie. Martín, que compite este curso con una Ducati oficial dentro del equipo satélite Pramac, había perdido puntos en los últimos días para hacerse con el asiento más codiciado a partir del año próximo: el sillín del equipo Ducati Lenovo que queda vacante después de que la casa de Bolonia renovara a su campeón del mundo, Pecco Bagnaia. A ese sillón no solo optaba Martín, también un Marc Márquez que ha recuperado la sonrisa y la competitividad a lomos de una Desmosedici del año pasado, la que le ofreció el equipo privado Gresini. Y es Márquez quien ha ganado enteros para vestirse de rojo, primero al lanzar un órdago a la fábrica de Borgo Panigale y negarse a recalar en el Pramac en un inercabio con Martín que nunca vio con buenos ojos; y finalmente con el movimiento último del madrileño, que no quería renunciar a competir en un equipo oficial.