¡Aprobada Pellevoisin!

¡Aprobada Pellevoisin!

La Santa Sede por medio del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, acaba de anunciar su «nihil obstat» («luz verde») a las Mariofanías recibidas en 1876 por Estelle Faguette, en la localidad francesa de Pellevoisin. Es la manera de reconocer oficialmente el culto sagrado en un determinado lugar debido a unos hechos extraordinarios, protagonizados en este caso, por la Virgen María presentándose como Nuestra Señora de la Misericordia. Esa declaración lo hace de acuerdo a las nuevas normas establecidas el pasado mes de mayo, que con carácter general ya no se pronuncian sobre un eventual origen sobrenatural, que queda reservado a la autoridad del Papa en los casos que así lo estime. En el «Trípode del domingo» pasado, comentamos precisamente esta misma decisión para una Mariofanía sucedida en Chandavila, Badajoz, en 1945, y hoy podemos celebrar esta otra que también merece un comentario especial.

En primer lugar hay que alegrarse de que cuando menos con las nuevas normas se desatasquen innumerables presuntas mariofanías que descansan en un inacabable sueño esperando un pronunciamiento oficial de la Iglesia. Pellevoisin en concreto tiene una especial singularidad ya que con ella se cierra el ciclo de Mariofanías que la Virgen, como Madre de la Iglesia, efectuó en su «hija primogénita», durante el Siglo XIX.

Como es sabido, Francia había pasado de ser una Monarquía católica y privilegiada Hija de Roma, a ser una república laicista y anticristiana, por la Revolución padecida a finales del siglo anterior y Su Madre acudió en su auxilio, comenzando en París en la Rue du Bac en 1830, con una sucesión de apariciones que darán comienzo a la que Pío XII definirá como «Era de María». A la citada de la Rue du Bac le seguirán la Salette en 1846, Lourdes en 1858, Pontmain en 1871 y cerrará este ciclo, precisamente Pellevoisin en 1876. Todas ellas ya reconocidas como sobrenaturales por la Iglesia, hasta llegar al actual pronunciamiento oficial, que también había sido precedido en 1893 del reconocimiento de la curación de la vidente Estelle Faguette en 1876, como «milagrosa». La vidente tenía entonces 33 años y fue desahuciada por los médicos al padecer una grave enfermedad, al comienzo de las 15 apariciones que experimentaría a continuación en el curso de aquel año, y en 2020, en pleno confinamiento, la Conferencia Episcopal de Francia acordó iniciar su proceso de beatificación.

Chandavila en Extremadura, ya experimenta un notable incremento de peregrinaciones tras el beneplácito de Roma, y Pellevoisin también lo vivirá. Los Santuarios Marianos son los lugares del mundo más visitados por sus hijos, que acuden a ellos en busca de ayuda de su Madre del Cielo.

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