Apuesta por la ganadería en extensivo para conservar los ecosistemas

Apuesta por la ganadería en extensivo para conservar los ecosistemas

Defensa a ultranza de la ganadería en extensivo, la realizada por el consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones, al considerarla fundamental para «la conservación de los ecosistemas» y que además ayuda a luchar contra los incendios forestales al mantener corta la vegetación.

Una ganadería que también permite una mejor biodiversidad, la fijación de CO2 y la mitigación del cambio climático, además de suponer un ejemplo de bienestar animal.

«No hay más bienestar animal que una vaca que se alimenta de la naturaleza, que está al aire libre, que no tiene estrés y que no utiliza alimentos procesados, así como menos medicamentos, lo que la hace más saludable», ha resaltado durante la celebración de la Feria de la Raza Parda de Montaña en la localidad leonesa de Crémenes.

Y es que esta localidad recupera un certamen desaparecido en el calendario desde hace 39 años. El titular de Medio Ambiente consideró “muy importante” la recuperación de la cita en «defensa» de una raza «autóctona» que está cerca de cumplir cien años tras mejorar la raza Parda Alpina y que es considerada «una raza del territorio», por lo que abogó por «mantenerla».

De la conocida como «ratina» destacó su «carne absolutamente envidiable y muy rica», sí como sus características «muy nobles» que permitían que en el pasado «se prestara para ayudar a la población de los pueblos a mantener una fuerza tractora de sus carros».

Frente a ello, lamentó que se trata de «una vaca que, en extensivo, sufre los ataques del lobo incontrolado desde que en 2021 el Gobierno de España impidiera a las comunidades autónomas su control», aunque garantizó que «se seguirá luchando en Europa para que se vuelva a recuperar su control y así evitar los daños que causa a los sistemas ganaderos», informa Ical.

El consejero Suárez-Quiñones aprovechó su visita a la Feria para recordar que este es el primer año que la Junta de Castilla y León, a través del nuevo Plan Estratégico de la Política Agraria Común, «da ayudas a las razas autóctonas en periodo de extinción», al tratarse también de «un recurso cultural que mantiene la ilusión en los ganaderos con el apoyo y la ayuda de la Federación Española de la Raza Parda de Montaña».