En medio de la Ría de Arousa (Pontevedra) se encuentra un rincón de extraordinaria belleza que ha ganado fama con los años: el Islote de Areoso. Este pequeño enclave, rodeado de aguas cristalinas y una arena blanca casi inmaculada, parece un oasis en medio del Atlántico. Con su apariencia paradisíaca y su rica historia, el islote se ha convertido en uno de los lugares más atractivos de las Rías Baixas; uno que nada tiene que envidiar a las mejores playas de Seychelles.
Lo primero que llama la atención al acercarse hasta Areoso es el color de sus aguas. Las tonalidades van desde el azul turquesa hasta el verde esmeralda, algo poco común en la costa gallega. Este fenómeno es posible gracias a su ubicación en la ría, donde las corrientes son más suaves y las aguas son más cálidas y transparentes. Además, su lecho de arena blanca y fina, formado a lo largo de milenios, contribuye a este espectáculo visual.
La arena de Areoso es otro de sus grandes atractivos. De un color blanco puro, recuerda a esas playas caribeñas, lo que contrasta con el paisaje rocoso y verde que puede localizarse, por ejemplo, en la cercana Illa de Arousa.
Este tipo de arena, compuesto principalmente por restos de conchas marinas, le otorga una suavidad especial y lo convierte en un lugar idílico para el descanso. El islote tiene un tamaño modesto, apenas 600 metros de largo de norte a sur, lo que permite que, en días de buena marea, los visitantes puedan recorrerlo en apenas unos minutos a pie, sintiendo bajo sus pies la calidez de esta arena fina.
A lo largo del verano, son muchos los que se aproximas para disfrutar de un día inolvidables. No obstante, para visitarlo hay que solicitar los pertinentes permisos para desembarcar en el islote.
Las plazas son limitadas, y están repartidas en tres franjas horarias: del amanecer a la 1, de la 1 a las 5, y de 5 al atardecer. Los permisos son personales e intransferibles. También diferencia el tipo de transporte: embarcación con motor, sin motor o fondeo.
La ley que regula el acceso a los islotes de Areoso y Pedregos y a la isla de Rúa entró en vigor el 4 de julio de 2023, por lo que es lo primero a tener en cuenta si se quiere saber cómo visitar Areoso.
Un tesoro arqueológico y cultural
La belleza de Areoso no es solo superficial. Este islote guarda una historia que se remonta a milenios atrás. A lo largo de los años, las exploraciones arqueológicas han revelado que el islote fue habitado o utilizado desde tiempos prehistóricos.
El islote cuenta con hasta 5 construcciones megalíticas que se han visto afectadas por el paso de los siglos y por la exposición a las inclemencias climatológicas, resultando, a veces, difíciles de reconocer.
No obstante, alguna permanece en perfecto estado, como es el caso de la conocida como Mámoa 4. Este tipo de construcciones son túmulos funerarios del Neolítico que datan de entre el 4500 y el 2000 a.C.
En el caso de la Mámoa 4, se trata de cámara funeraria completa que aún conserva la losa superior gracias a que este dolmen se encontraba completamente sepultado hasta que la erosión lo descubrió parcialmente, dando pie a las excavaciones oportunas que terminaron de descubrirlo por completo.
Durante esos trabajos se pudo comprobar cómo este monumento estaba completamente rodeado de conchas de ostra, hallándose, en torno al dolmen, los denominados ‘concheiros’. Estos eran zonas en las que se depositaban los restos de comida, principalmente conchas que, con el paso del tiempo, jugaron un papel fundamental en la la conservación del monumento, ya que su aporte en carbonato cálcico favorece la conservación de restos orgánicos, como son el caso de los huesos
Conservación
La fragilidad de este entorno ha llevado a que Areoso esté protegido dentro del parque natural del Complejo Intermareal Umia-O Grove y A Lanzada. Dado que el islote es un área sensible desde el punto de vista ecológico y arqueológico, se han implementado diversas medidas para preservar su ecosistema. Entre ellas, se prohíbe la acampada y se recomienda a los visitantes que no dejen residuos ni alteren el terreno.
El cambio climático también ha hecho sonar las alarmas sobre el futuro del islote. El aumento del nivel del mar y la erosión podrían amenazar la superficie de Areoso, y los expertos han advertido que, si no se toman medidas preventivas, este lugar podría verse gravemente afectado en las próximas décadas.
Pese a todo, el islote de Areoso no deja de ser un recordatorio de que Galicia, conocida por su costa rocosa y abrupta, también esconde rincones de ensueño donde la naturaleza y la historia se unen para crear un entorno único. Quienes lo visitan, quedan marcados por su belleza y la sensación de haber pisado un paraíso remoto, donde el tiempo parece detenerse y el mar abraza con su calma.
