Atención al rearme acelerado de Polonia: su artillería móvil lleva camino de convertirse en la mayor de Europa

Atención al rearme acelerado de Polonia: su artillería móvil lleva camino de convertirse en la mayor de Europa

En los últimos años, Polonia ha reforzado significativamente su capacidad militar, enfocándose en la adquisición de modernos sistemas de artillería móvil. Este esfuerzo, liderado por el gobierno polaco y su agencia de adquisiciones de defensa, ha sido impulsado principalmente por la creciente preocupación por la seguridad regional, especialmente ante las tensiones con Rusia. El país ha hecho grandes inversiones en obuses autopropulsados K9, posicionándose como una de las potencias en artillería móvil más importantes de Europa.

La llegada de los obuses autopropulsados K9A1 desde Corea del Sur

El 7 de octubre de 2024, Polonia anunció la llegada de doce unidades adicionales del K9A1, un obús autopropulsado de 155 mm fabricado por la empresa surcoreana Hanwha Aerospace. Este nuevo envío eleva el número total de K9 en servicio en las Fuerzas Armadas Polacas a 108 unidades, consolidando su capacidad de artillería terrestre.

Este acuerdo forma parte de un contrato más amplio firmado en agosto de 2022 por un valor de 2.5 mil millones de dólares, que incluye la adquisición de 212 sistemas K9, municiones, repuestos, entrenamiento y soporte logístico. Se espera que la entrega total de los sistemas se complete para el año 2026, lo que permitirá a Polonia tener una de las fuerzas de artillería autopropulsada más grandes y modernas de Europa.

El contrato del K9PL: Una versión adaptada a las necesidades polacas

En 2023, Polonia firmó un segundo contrato por 2.6 mil millones de dólares para adquirir 152 unidades adicionales, de las cuales 146 serán de la versión K9PL, específicamente adaptada a los requerimientos operacionales del ejército polaco. El K9PL no solo incluye las mejoras del K9A1 en términos de navegación inercial avanzada y sistemas de control de fuego, sino que también incorpora subsistemas fabricados en Polonia, como el sistema de comunicaciones FONET y el sistema de control de fuego TOPAZ desarrollado por WB Group. Estas adaptaciones no solo mejoran la interoperabilidad del sistema dentro de las fuerzas armadas polacas, sino que también refuerzan la autonomía tecnológica de Polonia.

El K9PL está equipado con un cañón de 155 mm capaz de disparar proyectiles a distancias de hasta 55 kilómetros utilizando munición de proyectiles asistidos por cohete, y puede mantener un ritmo de disparo de seis rondas por minuto. Además, cuenta con blindaje reforzado para proteger a la tripulación de amenazas balísticas y de fragmentación, así como con sistemas de defensa activa que contrarrestan misiles antitanque, lo que mejora la supervivencia en entornos de combate intensivo.

Comparativa con otras fuerzas de artillería en Europa

Con el aumento en su flota de obuses autopropulsados K9, Polonia se perfila como un líder en artillería móvil dentro de Europa. En comparación con otros países, como Francia y Alemania, Polonia ha superado en número de unidades a las principales potencias europeas. Francia, por ejemplo, opera alrededor de 77 obuses autopropulsados CAESAR, mientras que Alemania tiene en servicio aproximadamente 100 Panzerhaubitze 2000. Si bien ambos países continúan invirtiendo en la modernización de sus fuerzas de artillería, Polonia ya ha adelantado a muchas de ellas en términos de cantidad y capacidades operacionales.

Además, Polonia ha logrado integrar subsistemas nacionales en sus vehículos K9PL, como los sistemas de comunicación y control de fuego mencionados anteriormente, lo que le otorga una ventaja tecnológica y refuerza su capacidad de operar de forma independiente de proveedores externos. En comparación, otros países europeos dependen en gran medida de sistemas importados, lo que limita su autonomía tecnológica. Polonia, en cambio, ha priorizado la fabricación local de componentes clave, lo que fortalece su base industrial de defensa y asegura que pueda mantener, actualizar y operar sus sistemas sin depender exclusivamente de proveedores extranjeros.

La importancia de la artillería móvil en la defensa polaca

El contexto estratégico de Polonia, con una larga frontera oriental compartida con Bielorrusia y una proximidad geográfica con Rusia, hace que la capacidad de artillería móvil sea esencial para su defensa. Los sistemas de artillería autopropulsada, como el K9, permiten a las fuerzas polacas responder rápidamente a amenazas y moverse de manera flexible en el campo de batalla. Esta movilidad es especialmente importante en la guerra moderna, donde las posiciones estáticas son más vulnerables a ataques de precisión.

Además, el K9, con su alta cadencia de fuego y largo alcance, proporciona a Polonia la capacidad de proyectar potencia de fuego sobre amplias áreas, lo que es crucial en operaciones defensivas y ofensivas. La capacidad de mover los sistemas de artillería con rapidez y eficacia es un factor determinante en los conflictos modernos, donde la velocidad de despliegue y la capacidad de maniobra pueden marcar la diferencia en el resultado de las operaciones.

Polonia: un modelo de modernización militar en Europa

El compromiso de Polonia con la modernización de su ejército no se limita a la artillería. El país también está realizando importantes inversiones en sistemas de defensa aérea y aviación militar, lo que refuerza su postura como un actor clave dentro de la OTAN en Europa del Este. Los esfuerzos por crear una fuerza militar moderna y tecnológicamente avanzada no solo tienen como objetivo disuadir posibles amenazas, sino también posicionar a Polonia como un pilar de seguridad regional en un entorno geopolítico cada vez más volátil.

Con la entrega de más de 360 sistemas K9 para 2027, Polonia se consolidará como uno de los mayores operadores de artillería autopropulsada en Europa, comparable solo con potencias militares como Rusia y Turquía. Esta expansión no solo refuerza la capacidad defensiva del país, sino que también subraya el compromiso de Polonia con la defensa de su territorio y el de sus aliados dentro de la OTAN.

En resumen, la adquisición de los K9 y K9PL por parte de Polonia no solo representa un salto cualitativo en su capacidad de artillería, sino también un paso estratégico hacia la autosuficiencia tecnológica y el fortalecimiento de su industria de defensa. Esta inversión en sistemas de artillería móvil posiciona a Polonia como un líder en Europa y un modelo de modernización militar en la región.

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