Belén Esteban ha tenido varias jugosas ofertas para llevar su vida a la televisión, pero, mujer precavida, no se fía de extraños y quiere ser ella misma quien supervise el guion para que la producción se adecúe a lo que la otrora princesa del pueblo desea. Lo que se dice un control total.
Y no va a callarse nada, hablará con claridad de un pasado un tanto controvertido, desde su relación con Jesulín, las desavenencias con la familia del torero, sus adicciones, el problemático matrimonio con Fran Álvarez, sus anteriores relaciones con Dani Dj y Óscar Lozano, la verdad de su amistad de ida y vuelta con Jorge Javier Vázquez, sus desafueros en “Sálvame”, y, esto sin confirmar, lo que puede haber sufrido su hija Andrea ante la perspectiva de un padre ausente.
La vida de la tertuliana televisiva da para mucho, y hay unas cuantas incógnitas por resolver, que, seguramente, aclarará el día que esa producción vea la luz.
Aunque en los últimos tiempos su popularidad ha ido decayendo, el morbo y la inquietud por conocer sus verdades sigue firme. Es un personaje que ha vivido entre la alegría y las desgracias, y que supo encauzar su existencia tras una etapa marcada por el mundo de las drogas.
También hablará de su relación, casi un hermano, con Toño Sanchís, y de cómo la engañó durante los años en que fue su representante. El intimísimo se convirtió entonces en el mayor enemigo, y, que se sepa, todavía le debe una alta cantidad de dinero.
En fin, que ese futuro proyecto televisivo tiene su miga, y Belén está decidida a desvelar todos los misterios que la han rodeado a lo largo de los años, pero ya veremos si su hija y su marido Miguel le piden discreción en lo que se refiere a ellos. Son dos personas que optarán por el anonimato y hay que respetarles.
