Belén Esteban ha pasado por mucho a lo largo de su vida,
pero siempre se mantiene fiel a sus raíces y jamás renuncia a sus orígenes. Ya
puede volar en jet privado, promocionar sus patatas fritas en Abu Dabi o
colaborar con programas en Miami o México, que ella siempre tiene los pies en
la tierra. Esto pasa por saber disfrutar de los pequeños placeres de la vida,
aunque tenga oportunidad de dar cuenta también de aquellos otros más privativos
y no aptos para todos los bolsillos. Esto pasa por tener Benidorm siempre en lo
más alto, como una de las ciudades turísticas más importantes, al menos sí para
ella y sus seres queridos. En este enclave alicantino han emplazado desde
tiempos inmemoriales sus vacaciones familiares, esas escapadas en busca del mar
que siempre han valorado como uno de los mejores momentos del año para una
familia humilde. Ahora que la fortuna les sonríe, no cambian Benidorm ni por la
más paradisiaca isla en mitad del paraíso.
Así lo ha demostrado la de San Blas una vez más en sus redes
sociales, donde ha dejado buena cuenta de la escapada que ha realizado para ver
a su madre, Carmen Menéndez, principal pilar de su existencia junto a su hija
Andrea. Pero ir a visitar la casa de su madre suponen adentrarse en sus
recuerdos, desde el mismo instante en el que, desde el coche, enfila la calle
principal hasta encontrarse con el cartel que indica que ha llegado a Benidorm.
Así lo ha mostrado la colaboradora de televisión tras haber pasado el fin de
semana de la Fiesta Nacional en Alicante. Se ha propuesto dar envidia a sus
fans y lo ha conseguido, pues parece que el tiempo le ha acompañado y le ha
permitido disfrutar como si fuese verano. Así muestra imágenes de gente tomando
el sol al lado de la piscina, aunque Belén no parece que se haya atrevido a ponerse
el bañador en pleno octubre.
Belén Esteban también ha mostrado los tranquilos planes con
los que ha atesorado nuevos recuerdos junto a su madre y los suyos. Charlas en
la Plaza de la Hispanidad sentadas en un banco, paseos por la ciudad, saciar su
apetito en los restaurantes más emblemáticos de Benidorm, atestados de
recuerdos para el clan. Incluso vivieron en directo un espectáculo de rock en
uno de los tradicionales pubs en los que se amontonan los turistas para saciar
su sed y sacar el mayor provecho a los placeres que ofrece la costa alicantina.
Todo ello lo ha resumido la protagonista no solo en fotos, sino también con
unas tiernas palabras en las que se hace evidente la nostalgia que siente cada
vez que regresa al que ha sido su hogar en los veranos de su infancia: “Benidorm.
Fin de semana con la familia recordando mi infancia, adolescencia y ahora la
madurez. Qué buenos recuerdos”, escribía la colaboradora, que cerraba su mensaje
con cuatro corazones rojos y su carrusel de fotos con una instantánea del largo
abrazo que le dio a su madre de despedida antes de poner rumbo de nuevo a
Madrid.
