Biden y Macron anuncian más ayuda militar a Ucrania para hacer frente a Rusia

Biden y Macron anuncian más ayuda militar a Ucrania para hacer frente a Rusia

Las conmemoraciones del 80º aniversario del desembarco de Normandía han significado un impulso al «justo combate» de Ucrania, como lo calificaron los líderes que han desfilado por Francia estos días. Macron y Biden han arropado a Zelenski prometiéndole una «ayuda inquebrantable» y que nunca dejarán sola a Ucrania.

En la jornada de este viernes, se han transformado esas palabras en algo más tangible a pocas horas de abrir las urnas en Francia para unas elecciones europeas en las que la lista de la ultraderechista Le Pen es favorita. Biden comunicaba a su par ucraniano una nueva ayuda de EE UU por 225 millones de dólares durante un encuentro entre ambos en París. «EE UU siempre estará con ustedes», dijo Biden a Zelenski, quien le ha agradecido el «enorme apoyo» de Washington en su guerra contra Rusia.

Este monto se suma a los aviones caza Mirage 2000 que Macron prometió a Kyiv para proteger su espacio aéreo y que irán acompañados de formación por parte de equipos franceses. París habría propuesto formar a 4.500 soldados en territorio ucraniano. Tras estos anuncios y casi sin dejar pausa, el Kremlin acusaba hoy a Francia de estar «dispuesta a participar directamente en el conflicto» en Ucrania.

Pero quizás el anuncio más importante que arranca Zelenski en Francia es el del grupo francoalemán KNDS que creará una filial en Ucrania para producir equipos y municiones.

Los anuncios de nuevas ayudas son los frutos concretos que deja a su paso por Francia el maratón de visitas en el extranjero en el que se ha embarcado el mandatario ucraniano en busca de un apoyo internacional sin fisuras a la defensa de Ucrania. Tras viajar desde Normandía a París, Zelenski encadenó este viernes una completa agenda en la capital francesa que le llevó por la mañana a la Asamblea Nacional tras su encuentro con Biden, donde recordó ante los diputados franceses que «Europa ya no es un continente de paz».

«Lo que le está pasando a Ucrania le puede ocurrir a otros países mañana», advirtió un sólido Zelenski ante los aplausos unánimes de un hemiciclo del que, sin embargo, faltaba buena parte de sus dos extremos: la ultraderecha de Le Pen y la izquierda radical de Jean-Luc Mélenchon.

Por la tarde, fue el turno de acudir al Elíseo para firmar dos acuerdos por 650 millones de ayuda en forma de créditos y donativos a Kyiv en sectores clave como energía y transportes. Anoche, ambos mandatarios se encontraban cenando. Macron especificó tras el encuentro que desea «terminar una coalición» para el envío de instructores militares a Ucrania y que su apoyo durará «tanto como sea necesario».

Por su parte y tras su encuentro con Zelenski, Biden continuó con su programa de actos del 80º aniversario del desembarco de Normandía y lo hizo con un discurso en clave electoral estadounidense a cinco meses de las elecciones. «El aislacionismo no fue la respuesta hace 80 años y no lo es ahora», en clara referencia a su rival republicano, Donald Trump.

Tal como hizo la víspera en el cementerio americano, Biden volvió a trazar paralelismos entre 1944 y 2024, hablando de «yugo ruso» sobre el que puede caer Ucrania y Europa entera si «miramos para otro lado».

Zelenski reconocía en mayo a «The New York Times» que sus aliados occidentales estaban titubeando y que «todos dejan la puerta entreabierta a Rusia». La ofensiva de Zelenski desde entonces por obtener un impulso a su respaldo está siendo maratoniana. El presidente ucranio inició en España su gira internacional más larga, que finalizará el 16 de junio en la Cumbre de la Paz de Suiza.

Su encuentro con Biden en París era esencial, ya que el mandatario estadounidense no estará presente en la cita helvética. La Cámara de Representantes de EE UU aprobaba a finales de abril un paquete de ayuda de 61.000 millones de dólares para Ucrania tras semanas de incertidumbre en las que Zelenski llegó a condicionar su supervivencia a la aprobación del paquete de ayudas.

EE UU ha sido el principal respaldo militar de Ucrania en su guerra contra Rusia, pero el Congreso no había aprobado una financiación a gran escala adicional para su aliado durante casi un año y medio debido a las disputas entre las distintas facciones políticas.

Sobre terreno, en las últimas semanas el Ejército ruso ha dicho haber conquistado varias localidades en la región de Donbás, en el este de Ucrania, y un poco más al norte, en la región de Járkiv, donde el 10 de mayo lanzó una nueva ofensiva.

El Ejército ucraniano, falto de municiones, lleva varios meses luchando con dificultades frente a las tropas rusas. Por ello Kyiv confía al máximo en que la próxima entrega de armas occidentales le permita recuperar posiciones en el frente.

En este sentido, Rusia se ha mostrado incómoda con la nueva ofensiva internacional de Zelenski y en particular con Francia.

Las tensiones entre París y Moscú han ido en aumento desde que Macron mencionó la posibilidad de enviar instructores franceses a Ucrania sin descartar la opción de desplegar incluso a militares. El Kremlin, por su parte, afirmó que no descarta apuntar contra soldados franceses si estos son enviados a Ucrania.

Además, la Fiscalía rusa pedía hoy que un ciudadano francés arrestado en Moscú, acusado de recopilar información sobre las actividades militares de Rusia y de no haberse registrado como un «agente extranjero», sea encarcelado mientras dure su proceso, según ha indicado su abogado, Alexei Sinitsin, a la agencia France Presse.

La antena moscovita del Comité de Investigación ruso indicó que un juez decidirá en las próximas horas sobre las «medidas preventivas» que se deberán tomar respecto al detenido, Laurent Vinatier, empleado de una ONG radicada en Suiza especializada en la mediación de conflictos.