Hay muchos que sostienen en el Partido Popular que con otra configuración del Tribunal Constitucional la sentencia sobre el caso ERE de la Audiencia Provincial de Sevilla ratificada casi en su totalidad por el Tribunal Supremo no hubiera sufrido modificación alguna. Por el contrario, en el PSOE señalan que con una instructora distinta a Mercedes Alaya y un contexto político diferente, el caso se hubiera limitado desde el principio a las actuaciones irregulares de la Consejería de Empleo. Como ambas son meras hipótesis, la realidad es que el PSOE quiere dar la vuelta ahora a toda la polémica cuando fueron los propios socialistas los que admitieron un desvío de fondos y apartaron a los señalados judicialmente como responsables.
A la ex presidenta Susana Díaz le tocó gestionar la época post José Antonio Griñán, que dimitió como jefe del Ejecutivo andaluz a finales de agosto de 2013. Díaz vio cómo Chaves y Griñán –también Gaspar Zarrías– dejaron su acta en el Congreso de los Diputados una vez que el Tribunal Supremo confirmó que iba a investigarlos y perdió la presidencia de la Junta de Andalucía tras las elecciones de diciembre de 2018, cuando pese a ser la lista más votada, el pacto entre PP, Ciudadanos y el apoyo de Vox permitió a Juanma Moreno alcanzar el poder en el Gobierno andaluz.
La cronología confirma que el PP no llegó a la Junta de Andalucía por el caso de los ERE. Las diligencias previas se abrieron el 19 de enero de 2011 y las elecciones de 2012 se celebraron el 25 de marzo, más de un año después. A finales de noviembre de 2011, la jueza Mercedes Alaya estaba investigando ya a José Antonio Griñán durante su época como consejero de Economía y Hacienda. En marzo de 2015, Susana Díaz obtuvo una victoria clara con el PP hundido con 33 escaños, pese al «caso ERE».
En 2018 aún no había sentencia y Moreno alcanzó la Presidencia. Nuevamente, las fechas confirman que el «caso ERE» no había sido decisivo en el ciclo político porque fue el martes 19 de noviembre de 2019 cuando la Audiencia Provincial de Sevilla notificó la sentencia del caso de los ERE y la que ahora ha deshecho el Tribunal Constitucional.
Dos días después, Susana Díaz, todavía secretaria general del PSOE-A y líder de la oposición en Andalucía, acudió al programa «Al rojo vivo» de la Sexta y pidió «perdón a los andaluces» por el «bochornoso y lamentable» caso de los ERE.
Previamente, el 9 de abril de 2015, cuando aún era senador después de dejar la presidencia de la Junta de Andaliucía, José Antonio Griñán declaró en el Tribunal Supremo y afirmó que «yo no creo que hubiera un gran plan, hubo un gran fraude. Y eso significa que algunos de los controles pudieron fallar», admitió.
Ahora las tornas han cambiado y el PSOE andaluz quiere impulsarse en las decisiones del Tribunal Constitucional para erosionar la mayoría absoluta de Juanma Moreno.
Por eso esta semana, la portavoz del grupo socialista en el Parlamento de Andalucía, Ángeles Ferriz, sostuvo que el PP «llegó al poder a lomos de la extrema derecha y de una cacería política» en torno al caso de los ERE. «Hicieron un montaje para que pareciera que en Andalucía el PSOE, sus presidentes y la mayoría del Gobierno habían robado dinero a los andaluces, lo cual es falso, como ha dicho el Tribunal Constitucional», sostuvo.
Además, apuntó directamente a Juanma Moreno –que no estaba en la política andaluza cuando comenzó el caso– al que tachó de «jefe de la banda» para lograr el poder «cuando no se puede ganar limpiamente».
La segunda parte del PSOE es «rehabilitar» a los exonerados. Así, el secretario general del PSOE-A, Juan Espadas, señaló ayer que aquellos que «soliciten o no su reingreso» al partido y «en función de sus decisiones personales, evidentemente el Partido Socialista será ágil en darles de alta y en reconocer su trauma humano».
Desde el PP andaluz les toca ahora en esforzarse en lo contrario. El secretario general de los populares andaluces, Antonio Repullo, criticó que el PSOE pretenda «rescribir la historia» del caso y «pasar por inocentes a los que fueron condenados» y criticó lo que entiende un «comportamiento nefasto como oposición», ya que «ahora ponen en cuestión esa gran mayoría que tuvo Juanma Moreno no solo en las elecciones autonómicas, sino también en las municipales».
