Censura por odio

Censura por odio

El fiscal de Sala contra los Delitos de Odio y Discriminación, Miguel Ángel Aguilar, ha propuesto cambiar la ley para impedir el acceso a internet a todas aquellas personas que hayan utilizado este canal para promover campañas de «odio» contra colectivos vulnerables, esto es, contra aquellos que promuevan la discriminación por motivos racistas, xenófobos o ideológicos, entre otros. Se trata de un disparate mayúsculo por varias razones. Primero, porque no quedan muy claros cuáles van a ser los medios policiales empleados en impedir que una determinada persona no pueda acceder a internet: ¿Se le prohibirá contratar fibra óptica o una línea móvil con datos a su nombre? ¿Se controlará que no esté utilizando dispositivos con acceso a internet pero a nombre de otra persona? ¿Se impondrá universalmente una especie de DNI digital para que todo el mundo esté identificado en la red y se les retirará ese DNI digital a quienes difundan mensajes de odio? Segundo, porque restringir el acceso a internet no sólo implica prohibir que ciertas personas viertan contenido a la red (que se expresen a través de la red), sino que tampoco reciban información a través de la red (o que no puedan usar internet para cualesquiera otros propósitos). Sería como prohibir que una persona publique artículos en prensa impidiéndole no sólo que envíe sus columnas a algún periódico, sino también impidiéndole leer periódicos (o, todavía peor, impidiéndole escribir o leer medios impresos). Se trata de una sanción, la de impedir todo acceso a internet, completamente desproporcionada que ni siquiera recae sobre los criminales condenados por los delitos más graves. Y tercero, ¿quién tendrá el poder para definir qué es odio? Odiar no es un delito (ni debería serlo), pero es que, además, existen muchas formas de odiar o de entender el odio. Por ejemplo, ¿una crítica feroz, incluso visceral, contra el comunismo o el nazismo es odio que debe ser sancionado? ¿Una crítica feroz, incluso visceral, contra la independencia de Cataluña o contra la unidad de España es odio que debe ser sancionado? ¿Una crítica feroz, incluso visceral, contra el feminismo colectivista o contra el heteropatriarcado es odio que debe ser sancionado? ¿Una crítica feroz, incluso visceral, contra la inmigración o contra las fronteras cerradas es odio que debe ser sancionado? Quien tenga el poder de definir qué es odio tendrá el poder de censurar todo aquello que le plazca.

Please follow and like us:
Pin Share