Ciclismo: Tormentas, inundaciones y protestas del pelotón: “No veíamos por dónde íbamos”

Ciclismo: Tormentas, inundaciones y protestas del pelotón: “No veíamos por dónde íbamos”

En la jornada de hoy le tocaba el turno a la penúltima de las clásicas italianas: Tre Valli Varesine, una prueba previa a Il Lombardia que se disputa sobre un hermoso circuito cerca de Varese y en un ambiente otoñal. Pero, esta vez, al otoño se le ha ido la mano y la carrera ha tenido que ser cancelada por las condiciones meteorológicas.

Una lluvia terrible e incesante, carreteras inundadas con “ríos de agua” que llegaban hasta los piñones de los ciclistas y una luz deficiente como si estuviese anocheciendo, además de las tormentas, hicieron imposible que la prueba se llevase a buen término, por lo que tuvo que ser cancelada después de las primeras vueltas. De hecho, ya en la salida neutralizada hubo serios problemas para mantener al pelotón en marcha, con numerosos pinchazos por pequeños desprendimientos de arrastre en la calzada.

La organización decidió, en primer término, alargar la neutralizada y al tiempo acortar la carrera en 33 kilómetros, lo que implicaba dar dos vueltas menos al circuito. Pero fue imposible. Las protestas del pelotón, con Tadej Pogacar al frente, y la dificultad para continuar, obligaron finalmente a cancelar la prueba.

 

De hecho, el campeón del mundo -y de casi todo- de esta temporada explicaba la decisión: “Sabíamos que el tiempo iba a ser malo, pero cuando empezamos ya había siete pinchazos y varias ruedas rotas, así que se alargó la neutralizada. Hemos intentado correr e hicimos una buena carrera mientras pudimos. En la última vuelta que hicimos, en la bajada, yo iba segundo detrás de Covi y no veía ni por dónde íbamos. Hubo más ruedas rotas, más pinchazos. Todo el mundo quería parar”, explicaba Pogacar.

Para el esloveno, ya era simplemente cuestión de ver “cuándo se chocaría alguien”, señalando además que esas son “las peores” caídas: “Cuando pierdes el manillar no es como cuando derrapas en una curva, que si tienes suerte sólo te llevas unos rasguños. Pero si te caes sin esperar un bache, pasando por encima de la bici y con el manillar en la cabeza, ya sabemos lo que pasa con las conmociones cerebrales. Este año, varios compañeros la han tenido y creo que es algo con lo que debemos tener cuidado en el pelotón”, asegura.

Por su parte, Pogacar también afirma que entiende la postura de los organizadores, pero el día obligaba a parar: “Yo lo entiendo, quieren que corramos. Pero creo que los ciclistas hemos tomado la decisión correcta. Nos entristece que la carrera no siga, pero es así. Cuando hay agua estancada y pedaleas con las zapatillas sobre agua… hablamos con los organizadores y por suerte todo el mundo se mostró razonable”, concluyó el vencedor de Giro, Tour y Mundial de este año.

Sucede que, en el momento de la suspensión, ya había una fuga formada y Enric Mas estaba en ella. Sin embargo, el balear tendrá que esperar mejor suerte en Il Lombardia, el último ‘Monumento’ de la temporada ciclista, que se disputará este sábado poniendo prácticamente fin a la temporada europea.

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