¿Cinta correctora o ‘tachón? Este truco te ayudará a ahorrar en la ‘vuelta al cole’

¿Cinta correctora o ‘tachón? Este truco te ayudará a ahorrar en la ‘vuelta al cole’

En España este año se ha vuelto a batir un récord en cuanto al precio que le cuesta a una familia, de medio y por cada hijo, la temida ‘vuelta al cole’. Los alumnos de la mayoría de Comunidades Autónomas regresarán a las aulas para comenzar el curso académico 2024/2025 a finales de esta misma semana. Ya nos encontramos en la recta final, recuperándonos de la ‘resaca emocional’ de las largas vacaciones de verano.

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El inicio de un nuevo curso escolar implica también un desembolso importante para la economía de las familias, que se enfrentan en estas fechas a uno de los gastos más grandes de todo el año, especialmente si se tiene más de un hijo. De media, en España los padres se gastarán en torno a 492 euros por cada alumno, aunque puede variar según las zonas.

La mayor parte de esta gran partida de dinero lo ocupan los libros de texto que, si bien existen programas de ayuda económica o de préstamo de ejemplares en los centros de estudio, son insuficientes para cubrir gratuitamente las necesidades de elevado número de estudiantes que hay en España. Además de en los libros, las familias también deben destinar mucho gasto en equipamiento y material escolar.

Aparte de las subvenciones para comprar los libros de texto, que al fin y al cabo salen igualmente del bolsillo de cada contribuyente, una buena forma para ahorrar dinero en la ‘vuelta al cole’ 2024 es prestar mucha atención a qué materiales se compran y con qué finalidad. Una de las claves está en un viejo debate en torno a cómo corregir los errores de escritura.

¿Qué es mejor, cinta correctora o un ‘tachón’ a bolígrafo?

No hay nada más humano que errar, a veces incluso sobre el mismo asunto, una y otra vez. Cuando los alumnos están en los cursos iniciales de Educación Primaria, se les pide que utilicen un lapicero para escribir, ya que al cometer muchas faltas, es la forma más sencilla de borrar y corregir tantas veces como sea necesario. Sin embargo, cuando entran en ciclos más avanzados, se da por hecho que no tendrán tantos errores, por lo que es obligatorio el uso de bolígrafo.

Aunque hay algunos centros educativos que ya otorgan una lista cerrada de material escolar obligatorio para evitar cualquier clase de inconveniente, no es todavía una práctica muy extendida. Uno de los debates más ardorosos que se dan dentro de las aulas entre profesores y alumnos es sobre el modo que prefiere el docente (cada uno de ellos) que sus alumnos corrijan las faltas en la escritura.

Unos permiten utilizar la cinta correctora blanca, aunque ahora también se comercializa en formato líquido, mientras que otros la aborrecen por completo y solo dejan corregir con los famosos ‘tachones’. Ambas opciones pueden causar problemas de interpretación, y las dos tienen tanto defensores como retractores acérrimos.

Lo cierto es que la cinta (o tinta) correctora puede provocar manchas si el alumno lo manipula sin cuidado y tiento, pero lo mismo sucede con los ‘tachones’, que muchos niños utilizan el bolígrafo con tan poco mimo que igualmente ‘ponen perdidas’ las hojas de los cuadernos. Si el alumno es lo suficientemente cuidadoso, puede utilizar indistintamente uno que otro método de corrección sin mayor problema.

A media que un estudiante va avanzando en los ciclos escolares, se encuentra cada vez con más profesores exigentes en cuanto a la presentación de un trabajo o examen escrito a mano. Tanto la cinta como los ‘borrajatos’ son igualmente penalizables, ya que dan una mala imagen y dificultan la tarea de corrección del texto por parte del docente.

De hecho, en algunas instituciones y pruebas educativas, como el DELE (Diploma Oficial de Español como Lengua Extranjera), está completamente prohibido el uso de estas técnicas de corrección, por las que puede rebajarse considerablemente la calificación o incluso declararse el examen como no válido. Lo mejor, según varios profesores y expertos, es delimitar las palabras que se quieran suprimir entre paréntesis y tacharlas con una sencilla línea horizontal de un lado a otro, para no dejar machas por la hoja.

 

Es decir, que sería incluso recomendable que no se gastase dinero en cintas o tintas correctoras blancas, ya que los alumnos pueden toparse con profesores muy estrictos respecto a su uso. Además, así se puede ahorrar algo de dinero en material escolar, aunque si el estudiante es muy cuidadoso con este producto y así lo demuestra, puede que no tenga ningún problema a lo largo del curso.

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