En los últimos tiempos, la factura de la luz ha cobrado una presencia inédita entre las principales preocupaciones de los españoles. La volatilidad del mercado y la importancia de la eficiencia energética, así como la falta de conocimiento sobre nuestros hábitos, son cuestiones esenciales para mantener a raya la economía de nuestro hogar y poder pagar de forma justa por lo que necesitamos.
La importancia de un buen aislamiento
Las fugas de aire, tanto en verano con el fresco como en invierno con el calor, son uno de los problemas más habituales en las viviendas de los españoles. Un mal aislamiento puede significar más consumo en la factura de la luz, ya que tardaremos más en obtener la temperatura que deseamos.
El termostato, un aliado
Un termostato es un aparato encargado de regular y controlar la temperatura de un lugar. Cuando lo tenemos en casa, nos ayuda a ahorrar, apagando o encendiendo el sistema de refrigeración o calefacción automáticamente, cada vez que los grados aumenten o disminuyan.
De este modo, conseguimos una temperatura constante, lo que reduce el consumo energético y se traduce en un importante ahorro en la factura de la luz.
Elegir una buena tarifa
De acuerdo con el informe reciente del Panel de Hogares de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, el 21,3% de los españoles no conoce qué tarifa tiene contratada en luz de su hogar y casi la mitad (un 44%) no realiza su consumo principal en los momentos más económicos de la jornada.
En función de nuestro gasto y de nuestro estilo de vida, podemos elegir entre una tarifa variable de luz con tramos horarios, o una tarifa fija de luz que está alejada de la volatilidad del mercado.
Renovar los electrodomésticos
Cada vez más, las empresas se preocupan por que sus aparatos sean respetuosos con el medioambiente y tengan etiquetas energéticas de bajo consumo. Por ello, deshacernos de los electrodomésticos más antiguos y apostar por algunos que sigan la nueva normativa.
