Una de las satisfacciones más grandes en esta vida terrenal es estrenar por primera vez una casa. Y sea comprada o de alquiler, de obra nueva o de segunda mano, las personas, los espíritus y las energías que han pasado por ella antes de nosotros han dejado allí su huella, que no siempre es buena.
Muchas personas han tenido experiencias extrañas o paranormales cuando se han mudado de residencia, o al entrar de nuevo en su casa de verano después de meses sin visitarla. Estos sucesos pueden ir desde verdaderas causas inexplicables a una ligera sensación constante y molesta de intranquilidad.
El ser humano, como cualquier otro animal, posee instintos ocultos inconscientes por los que perciben las malas energías o catástrofes naturales futuras, como los peces remo japoneses, que se dejan ver por las costas antes de los terremotos o los tsunamis. Una casa es el lugar donde se duerme y donde más tiempo del día se suele pasar, por lo que es fundamental para una vida sana mantenerla ordenada y limpia de cualquier clase de energía negativa que pueda turbar el descanso o la estabilidad mental.
Para que sepas cómo detectar si tu hogar está infectado de malas energías y aprendas unos sencillos pasos para eliminarlas y hacer tu vida un poco más feliz, hemos elaborado una pequeña guía exploratoria.
¿Cómo saber si mi casa tiene malas energías?
Hay personas que tienen una intuición supraterrenal que les permite darse cuenta mucho antes que el resto de las malas vibraciones que se han adueñado de un hogar o un edificio, y otras a las que les cuesta un poco más detectarlo por ellas mismas.
Sin embargo, durante siglos el conocimiento popular ha desarrollado y compartido de una generación a otra varios métodos para identificar la presencia de energías perniciosas. Además, hay algunos sucesos comunes para todos los espacios infectados y que todo el mundo puede observar a simple vista, como son:
Las plantas de echan a perder enseguida. A pesar de buena luz y riego, tanto las macetas como los vegetales para comer se pudren o se secan con más facilidad de lo normal.Escalofríos a menudo. Ya sea verano o invierno, si te suelen dar pequeños espasmos o escalofríos podría ser una señal evidente de que tu casa está llena de malas energías.Tu mascota está nerviosa. Muchas personas que se han mudado, han podido comprobar cómo en su nuevo hogar sus mascotas que antes eran muy tranquilas, ahora están todo el día nerviosas. Los perros ladran sin motivo mirando a un punto fijo hacia la nada.Discutes más con tus compañeros. Ya sean familiares, amigos o parejas felices, las malas vibras que no han sido eliminadas de una nueva casa pueden generar discusiones y malos rollos sin motivo aparente entre las personas que más se quieren.Los objetos se extravían. Las malas presencias pueden hacer que algunas cosas desaparezcan de repente, o que cambien de ubicación sin que nadie las haya tocado.Mala suerte desde que te mudaste. Si después de haberte cambiado de hogar tu suerte parece solo ir cuesta abajo, a lo mejor el problema está en la casa y no en ti. Prueba a eliminar las malas energías y espera prudentemente unos días a ver si tus problemas aminoran.
¿Cómo eliminar las malas energías de la casa?
Si has notado estas presencias tanto en tu hogar como en tu oficina o algún lugar que suelas frecuentar a menudo, sería recomendable que tomases alguna medida al respecto. Ningún ser humano terrenal es capaz de conocer cuántas cosas y personas han ocurrido o pisado anteriormente en terreno donde ahora habitan, o cuántos espíritus o energías dañinas han quedado allí atrapados, por lo que una buena limpieza energética nunca está de más.
Muchos de estos métodos implicar el uso de algún material, pero podrás encontrar todos en muchas tiendas y a buen precio, ya que la gente cada día está más concienciada al respecto. Alguno de los métodos más comunes para ahuyentas las malas energías son los siguientes:
Palosanto. Es la madera de un árbol de la familia ‘Burseraceae’, y se quema lentamente para limpiar energéticamente los lugares. Se puede encontrar tanto en forma natural como en inciensos, ambas son muy efectivas.Salvia blanca. Al igual que el palosanto, hay que dejar que se queme lentamente. Se recomienda hacerlo sobre un plato para no ensuciar con las cenizas de la salvia ya consumida, además de pasear con ella prendida por todos los rincones de la casa para que actúe mejor.Sal marina. Una vez o dos al año, es recomendable que mientras se estén fregando los suelos, se le añada al agua con jabón de la fregona una buena cantidad de salde mar, preferiblemente sal rosa del Himalaya o, a falta de esta, sal gorda común. Velas aromáticas. Suelen resultar más eficaces los olores profundos y amaderados, como el palosanto, el sándalo o el cedro. Siempre hay que apoyarlas sobre un plato y dejarlas sobre una superficie a una altura media, jamás sobre el suelo.Hierbas del campo. Una técnica muy común y tradicional es dejar atados de hierbas del campo (lavanda, tomillo y romero) por los rincones de la casa. Deben cambiarse una vez al año.
