Cónclave de joyas y royals en Algete

Cónclave de joyas y  royals en Algete

Victoria López-Quesada, que ayer contraía matrimonio con Enrique Moreno de la Cova, siempre será recordada por haber recibido la famosa patada que Felipe de Marichalar lanzó durante la boda de su tío, Don Felipe VI, en aquel tiempo Príncipe de Asturias. Esta anécdota tan comentada, sumado a los profundos lazos que unen a ambas familias desde hace tiempo, pudo ser uno de los motivos por los que la infanta Elena optó ayer por lucir una de las piezas más espectaculares de su joyero para acudir a la ceremonia, celebrada en la finca Soto Mozanaque. Se trata de un collar con colgante en forma de flor que, como señala el experto David Rato, autor del perfil de Instagram Spanish Royal Jewels, recibió siendo joven y que forma parte de un medio aderezo en oro amarillo, diamantes y zafiros.

La infanta Cristina, por su parte, protagonizó la imagen de la jornada sentada de copiloto junto a su hermano, el Rey de España. En su caso, optó por dos espectaculares pendientes de diamantes, también en forma de flor, de la firma Harry Winston que ya lució en otras bodas, como la de Don Felipe y Doña Letizia, o la de Victoria de Suecia, acompañada en aquella ocasión por la tiara Cartier.

El Rey y las infantas fueron los tres invitados más destacados de una ceremonia que resultó, como la propia Victoria deseaba, muy discreta. Apenas sí se ha conseguido ver en las horas que han transcurrido alguna imagen de las invitadas que acudieron, pero sí sabemos que Sofía Palazuelo, por ejemplo, optó por un diseño midi con lazos laterales y estampado floral de la firma Nicolás Montenegro en colaboración con Es Fascinante. ¿Su precio? 260 euros.

La duquesa de Huéscar, eso sí, no fue a única que se decantó por el color a la hora de marcar estilo en la boda de su amiga Victoria. Fueron muchas las invitadas que apostaron por una serie de outfits de tonalidades alegres y estampados de flores. Con ellas coincidió también Carla Royo-Villanova, que acudió junto a su marido, con otro diseño con las flores como grandes protagonistas.

De los que no se ha tenido ninguna foto han sido de los novios, aunque sí se ha filtrado que la novia apostó por un diseño de Lorenzo Caprile, que también visitó a su madre en su enlace en 1994. Victoria López-Quesada se convierte así en el último gran trabajo del modista antes de la inauguración de su exposición en Madrid, el próximo 16 de octubre. Lo combinó con el velo que lució en su boda su abuela, Ana de Orleans, y todo parece indicar, como así nos aseguraba también Rato, con la diadema de botones de diamantes, la misma que también llevó su madre a su boda y que lleva varias generaciones en la familia, resultando dos bonitos guiños a ambas mujeres.

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