El angelote, una de las criaturas marinas más singulares y amenazadas del planeta, ha encontrado un refugio en las aguas de las Islas Canarias. Sin embargo, este hábitat está bajo una amenaza creciente debido a la acción humana. Las piscifactorías planificadas cerca de sus zonas de vida representan un riesgo significativo para su supervivencia. Greenpeace Gran Canaria alerta sobre la situación: “Somos extremadamente afortunados de tener al angelote en nuestras aguas y no nos damos cuenta de lo que podemos perder con estos proyectos”.
El angelote, conocido científicamente como Squatina squatina, es un pez que a menudo se describe como una mezcla entre tiburón y raya. Este animal ha sido considerado el pez más amenazado del mundo, y su presencia en Canarias es una rara oportunidad para la conservación. En el pasado, el angelote habitaba el Mediterráneo y la costa atlántica desde Noruega hasta Mali, pero ahora es prácticamente inexistente en esas regiones. La especie ha sido empujada al borde de la extinción, y las Canarias son uno de los pocos lugares donde aún se puede encontrar en relativa abundancia.
Características únicas del ángel del abismo
El angelote puede crecer hasta 2.5 metros de longitud, con una apariencia que es tanto fascinante como intrigante. Su cuerpo es ancho y plano, cubierto de colores marrón y gris que lo camuflan con el fondo arenoso marino donde pasa gran parte del día. Su cabeza ovalada, equipada con ojos sin párpados en la parte dorsal, y su boca llena de pequeños dientes afilados, le confieren una apariencia única. Además, sus aletas pectorales largas y triangulares le permiten moverse por el fondo del océano de manera elegante y silenciosa.
Esta especie es solitaria y carnívora, alimentándose principalmente de peces planos y otras especies bénticas. Sorprendentemente, ha habido casos documentados donde angelotes han sido encontrados con aves en su estómago, lo que refleja su capacidad de cazar una variedad de presas.
El angelote es ovovivíparo, lo que significa que las crías se desarrollan dentro de huevos que permanecen dentro del cuerpo de la madre hasta que están listas para nacer. Dependiendo del tamaño de la hembra, pueden nacer entre 7 y 25 crías. En Canarias, el periodo de gestación es de aproximadamente seis meses, en contraste con los diez meses en otras regiones. Las crías nacen midiendo alrededor de 25 centímetros y subsisten inicialmente gracias a la yema del huevo del que emergen.
El refugio de Canarias: una casa en peligro
Las aguas de Canarias ofrecen un santuario para el angelote, pero este refugio no está exento de amenazas. La Playa de Las Teresitas es el hogar del mayor criadero conocido, y la isla de Fuerteventura y la zona noroeste de Gran Canaria, en Guguy, son otros puntos críticos para la especie. Estas áreas ofrecen los fondos arenosos necesarios donde los angelotes se esconden y cazan. Sin embargo, los planes de construcción de piscifactorías en estas zonas presentan un peligro inmediato para su hábitat.
Greenpeace advierte que las piscifactorías, especialmente en áreas como Guguy, que es parte de una Reserva de la Biosfera, podrían ser devastadoras para el angelote. Estas instalaciones industriales no solo alteran el ecosistema marino al generar desechos y fomentar la sobrepesca, sino que también degradan el hábitat de especies vulnerables. La organización ecologista afirma que “la acuicultura industrial supone una gran amenaza para la biodiversidad de nuestros mares y océanos”.
Esfuerzos de conservación: la última esperanza del Angelote
El Angel Shark Project es una iniciativa global que trabaja en colaboración con Greenpeace en Canarias para monitorear y proteger al angelote. Este proyecto ha involucrado a buzos locales para rastrear y documentar la presencia de estos animales, una tarea desafiante debido a su naturaleza esquiva y preferencia por los fondos arenosos.
Gracias a los datos recopilados, se ha creado una base de información valiosa que ayuda a los científicos y conservacionistas a entender mejor el comportamiento y las necesidades de los angelotes. Los pescadores locales han informado de avistamientos en lugares como La Aldea de San Nicolás, lo que subraya la importancia de proteger estos hábitats críticos.
Activistas de Greenpeace destacan que “Guguy supone para el angelote un hábitat idóneo porque cuenta con fondos arenosos de la profundidad en la que ellos se mueven”. Sin embargo, la amenaza de las piscifactorías y otras actividades humanas no reguladas sigue siendo una preocupación apremiante.
Un llamado a la acción
La situación del angelote en las aguas canarias es un recordatorio poderoso de cómo las acciones humanas pueden impactar a las especies más vulnerables del planeta. Es fundamental que se tomen medidas para proteger estos hábitats y asegurar la supervivencia de esta especie única. Las organizaciones ecologistas piden un enfoque más sostenible que no ponga en riesgo al planeta, las personas ni los animales.
La protección del angelote no solo es una cuestión de preservar la biodiversidad, sino también de mantener el equilibrio de los ecosistemas marinos que son vitales para la salud de nuestros océanos. Al cuidar de estas criaturas, estamos también cuidando del futuro de nuestro propio entorno.
