Crítica de “Bad Boys 4. Ride or Die”: estos chicos no son malos, sino los mejores ★★★

Crítica de “Bad Boys 4. Ride or Die”: estos chicos no son malos, sino los mejores ★★★

Dirección y guion: Adil El Arbi, Bilall Fallah. Intérpretes: Will Smith, Martin Lawrence, Paola Núñez, Vanessa Hudgens, Alexander Ludwig, Tasha Smith, Melanie Liburd, Eric Dane. EE.UU, 2021. Duración: 111 minutos. Acción.

Corría el año 2022, aunque parece que haya pasado más tiempo, o menos, no sé, cosas de los muchos que tengo encima, y Will Smith decidió durante la entrega de los Oscar que ya estaba bien del cachondeo con su esposa de ida y vuelta, menuda relación rara mantiene este matrimonio, por cierto, y darle un puñetazo que ni de película (y mira que tenía a esas alturas unas pocas Smith sobre las espaldas) la cara alelado de Chris Rock. Toma ya. La industria de Hollywood se paralizó, le cayeron algunas amonestaciones, pero, aunque muchos pensaron que al ex príncipe de Bel-Air se le había acabado el cuento en estos tiempos tan puritanos, tan políticamente correctos y feos, qué va, porque la estrella, aparte de ser una mina del rey Salomón en cuestiones de taquilla, también produce y tiene un poderío allá en EE UU que para qué les cuento. Y aquí regresa Smith, léase Mike, fresco como una lechuga y con una envidiable forma física, protagonizando la cuarta entrega de «Bad Boys» junto a, claro, Marcus (un Martin Lawrence a punto de palmarla y completamente espiritual, por decirlo de alguna forma). La película arranca a lo grande y vaticina el festín de acción y tiroteos a mansalva pero, ojo, sin bofetones aviesos, que se nos viene encima: subidos en un Porsche de infarto (y no es un spoiler, pero bueno) y conduciendo a lo loco, los dos policías de Miami que conocemos tiempos ha llegan tarde a una cita muy importante, la mismísima boda de Mike, que no frena ni un robo a lo Tarantino, o sea, con bastante diálogo, gominolas por el aire y tal. En el fondo, el detalle de que luego deban enfrentarse al tema de que al difunto, honesto y querido capitán Conrad Howard lo acusen póstumamente de estar involucrado con la mafia rumana y haber ganado una pasta por ello le importa un rábano a cualquiera, que hemos ido al cine para disfrutar de este atracón, de Will Smith en estado puro desenfundando el arma presto y directo y cargándose a quien se le ponga por delante. Lo sentimos, Chris Rock, pero no llegó aún tu venganza.

Lo mejor: los protagonistas bordan sus papeles, aunque Lawrence se pase esta vez de «espiritual»

Lo peor: esto ya son lentejas, si no les gusta la saga, aquí solo tendrán más de lo mismo