Crítica de “Ex maridos”: la masculinidad, ese paraíso perdido ★★★

Crítica de “Ex maridos”: la masculinidad, ese paraíso perdido ★★★

“Tulum”, murmura un anciano con la mirada vacía pegada al dormitorio de una residencia. Suena a mantra, a dios ancestral, a su particular “Rosebud”, al nombre de un paraíso perdido. Es el lugar, un resort en la costa de México, donde coincidirán su hijo, que está divorciándose, y sus nietos, celebrando la despedida de soltero de uno de ellos. Desde la masculinidad marchita de la demencia senil se invoca un espacio donde, teóricamente, la fiesta habrá de liberar a sus invitados de las cargas emocionales de la vida urbana.

Sin embargo, si por algo se caracteriza “Ex-maridos”, que pretende acercarse al tema de la crisis de la masculinidad a través de tres generaciones distintas, es por su tono bajo, discreto, con más hueso que músculo. Noah Pritzker, que no sabe si quiere parecerse más a Alexander Payne o a Noah Baumbach, retrata esa reunión en la cumbre, que está en el corazón del filme, desmitificándola: en la playa solo hay algas, el gregarismo viril está muy por debajo de sus posibilidades, la celebración está teñida de fracaso.

Es una buena idea, aunque da la impresión de que la película nunca se toma la molestia de hacer creíbles los lazos de amistad que unen a esos treintañeros, observados a distancia por la mirada moral de un patriarca (feliz regreso de Grifin Dunne a un papel protagonista) acaso tan perdido y desorientado como ellos. La (falta de) comunicación entre padres e hijos, el duelo tras la separación, el miedo al compromiso y a no cumplir las expectativas vitales, la amenaza de la soledad y la inminencia de la muerte… todos son temas que “Ex-maridos” trata, a veces desde un empático humanismo, otras al filo de lo epidérmico, sin que el resultado final sea particularmente memorable.

Lo mejor:

La presencia benéfica de Griffin Dunne como protagonista, y la modestia que impregna el tono del filme.

Lo peor:

Algunos personajes están demasiado desdibujados o resultan en exceso funcionales.