En la diversa geografía española, los municipios se pueden clasificar de múltiples maneras: por su población, su actividad económica, o incluso por el número de vehículos censados. Sin embargo, una clasificación menos común pero igualmente interesante es la que se basa en la longitud del nombre de cada localidad. En este curioso ránking, el primer puesto lo ocupa un municipio de la Comunidad de Madrid, situado en la pintoresca Sierra Norte: Gargantilla del Lozoya y Pinilla de Buitrago, con un nombre que se extiende a lo largo de 44 caracteres.
La historia que justifica la extensión de su nombre es tan rica como su denominación. Entre los siglos XVI y XVIII, Gargantilla del Lozoya y Pinilla de Buitrago se consolidó como un núcleo estable de población. Un hito significativo en su cronología ocurrió en 1753, cuando la localidad consiguió independizarse del Duque del Infantado, marcando un antes y un después en su autonomía.
El siglo XIX trajo consigo otro cambio trascendental: la anexión del municipio de Pinilla de Buitrago por parte de Gargantilla del Lozoya. Esta unión no se reflejó inmediatamente en el nombre oficial de la localidad, que durante gran parte del siglo XX, específicamente entre 1920 y 2001, fue conocido simplemente como Gargantilla del Lozoya.
No obstante, el cambio definitivo llegaría en el siglo XXI, cuando la localidad decidió adoptar oficialmente el nombre completo de Gargantilla del Lozoya y Pinilla de Buitrago, en honor a su historia conjunta y a la fusión de estas dos comunidades.
