Borjamina, Raúl y Bruno, conocidos como Los Mozos de Arousa, se han convertido en un fenómeno televisivo gracias a su participación en el programa ‘Reacción en cadena‘ de Telecinco, conducido por Ion Aramendi. Este grupo de jóvenes gallegos ha logrado acumular cerca de 2,5 millones de euros en premios, una cifra que, cuando comenzaron, parecía impensable. Sin embargo, detrás de su éxito hay también sacrificios personales y profesionales.
El paso de Los Mozos de Arousa por el concurso ha cambiado por completo sus vidas. En poco más de un año, han perdido gran parte de su anonimato. Cada vez que salen a la calle, son reconocidos por fans que les piden autógrafos y fotografías. Aunque este reconocimiento les enorgullece, también les ha quitado la tranquilidad que antes tenían. Raúl Santamaría, en una entrevista para ‘El Español’, ha reconocido que participar en el programa les ha dado una estabilidad económica, pero también les ha restado tiempo con sus seres queridos: “Nos está dando una experiencia de vida muy grande, pero ha sido difícil compaginarlo con la familia y el trabajo”. Además, la constante presencia en televisión ha afectado su vida cotidiana. Bruno ha admitido que sus viajes frecuentes a Madrid para grabar el programa le han quitado tiempo para dedicarse a sus pasatiempos o incluso a hacer deporte. “Echamos de menos las actividades después del trabajo, como quedar con amigos o hacer deporte”, ha comentado.
A pesar de los contratiempos personales, Los Mozos de Arousa ven su paso por la televisión como una oportunidad para promover causas que les importan, en particular, la asociación Arousa Moza, a la que están vinculados. Borjamina ha destacado que su repercusión mediática ha sido muy positiva para la asociación, ya que ha permitido que las instituciones se fijen más en sus proyectos. Sin embargo, reconoce que participar en ‘Reacción en cadena’ le ha quitado tiempo que solía dedicar a la organización: “Abandoné un proyecto internacional para poder grabar y, aunque Arousa Moza está en buenas manos, echo de menos estar presente en las actividades”.
Por otra parte, el esfuerzo que implica participar en ‘Reacción en cadena’ va más allá de las grabaciones. Los tres concursantes viajan constantemente entre Vilagarcía de Arousa y Madrid, una distancia de 500 kilómetros que han recorrido innumerables veces. Calculan que han recorrido más de 40.000 kilómetros solo en tren. Aunque estos viajes son agotadores, consideran que el esfuerzo merece la pena, especialmente ahora que están a punto de alcanzar los 2,5 millones de euros en premios. Los Mozos de Arousa son conscientes de que, en algún momento, serán eliminados del concurso y ya se están preparando mentalmente para ese día. Bruno ha asegurado ver ese momento como una nueva etapa de su vida, mientras que Borjamina ha admitido que le costará adaptarse a la vida sin ‘Reacción en cadena’. Sin embargo, confía en que nuevos proyectos surgirán y está emocionado por la posibilidad de retomar su vida anterior con un “colchón económico” que les permitirá seguir adelante.
Aunque su experiencia en el programa ha sido intensa, Los Mozos de Arousa todavía tienen sueños por cumplir. Borjamina, en particular, aspira a conseguir el récord Guinness de permanencia en un concurso, actualmente en manos de Los Lobos. Además, los tres concursantes comparten el deseo de presentar las Campanadas de Fin de Año desde Vilagarcía de Arousa, un sueño que aún no han podido materializar, pero que mantienen vivo. Con todo esto y más, Los Mozos de Arousa han demostrado que su paso por ‘Reacción en cadena’ ha sido más que una simple acumulación de dinero. A pesar de los sacrificios, ven esta experiencia como una oportunidad única que ha transformado sus vidas y que les ha permitido impulsar proyectos comunitarios que les apasionan.
