Detectando intolerancias alimentarias: claves para identificar los alimentos problemáticos

Detectando intolerancias alimentarias: claves para identificar los alimentos problemáticos

Los trastornos digestivos funcionales son difíciles de diagnosticar, ya que, incluyen una variedad muy amplia de síntomas, aun así se estima que en España el 45% de la población los sufre, especialmente los adultos entre 30 y 50 años. Por esta razón entender la diferencia entre alergias e intolerancias alimentarias es crucial para identificar y manejar eficazmente los desencadenantes dietéticos que podrían estar afectando nuestra salud.

Diagnosticar estas condiciones puede requerir métodos específicos, como pruebas de hidrógeno espirado para la intolerancia a la lactosa o la fructosa, y un proceso de eliminación y reintroducción controlada de alimentos sospechosos.

Las alergias alimentarias se distinguen por desencadenar respuestas inmunitarias rápidas y a menudo severas, mediadas por anticuerpos IgE. Esta reacción puede manifestarse en síntomas graves como urticaria, dificultad respiratoria e incluso anafilaxia. En contraste, las intolerancias alimentarias no involucran una respuesta inmunitaria IgE, sino que son reacciones adversas que pueden surgir por diferentes mecanismos, como la deficiencia enzimática.

Entre las intolerancias más comunes se encuentran la intolerancia a la lactosa, causada por la falta de la enzima lactasa; la intolerancia a la fructosa, vinculada a problemas de absorción o deficiencias enzimáticas; la sensibilidad al gluten no celíaca, que comparte síntomas con la enfermedad celíaca pero sin la misma respuesta autoinmune; y la intolerancia a la histamina, asociada con un déficit de la enzima DAO.

¿Qué tratamiento requiere?

El tratamiento incluye ajustes dietéticos para evitar los alimentos problemáticos, además del uso de suplementos como enzimas digestivas y probióticos para aliviar los síntomas. Además, se sugiere un enfoque en un estilo de vida saludable y una dieta equilibrada para mantener una salud digestiva óptima, destacando la importancia de reducir el estrés crónico y limitar el consumo de alimentos ultraprocesados.

Para aquellos interesados en enfoques complementarios, se recomiendan remedios naturales como infusiones de hierbas digestivas (manzanilla, menta y jengibre) para mitigar el malestar abdominal y los gases asociados con las intolerancias alimentarias.

Comprender y gestionar eficazmente las intolerancias alimentarias y las alergias no solo mejora la calidad de vida, sino que también promueve una relación más consciente con la alimentación. Con la información adecuada y las estrategias correctas, es posible identificar los alimentos que no sientan bien y adoptar medidas preventivas para mantener una salud digestiva óptima.