El abogado venezolano Kennedy Tejeda fue el viernes a una instalación estatal a preguntar por unos jóvenes detenidos horas antes en protestas ocurridas en el estado Carabobo, al oeste de Caracas. Iba como integrante voluntario de la ONG Foro Penal, que asume la defensa de presos políticos. No era la primera vez que lo hacía, pero el resultado sí fue inédito. Tejeda fue arrestado ese día, y el domingo le fue ratificada una medida de cárcel por cargos que se desconocen, pues aún no ha tenido acceso a defensa privada. Lo único claro es que su caso ahora está en manos de tribunales con competencia en terrorismo ubicados en Caracas.
Su caso es uno de los que ejemplifican la represión que se ha instaurado en Venezuela en tiempos postelectorales. Foto Penal registró hasta ayer 1.010 arrestos verificados, de los cuales 96 son adolescentes. La Fiscalía General habló de más de 1.200 detenciones hace cinco días.
Varias organizaciones de derechos humanos han registrado denuncias desde sectores populares sobre cómo ha arreciado la persecución a civiles allí, con operadores políticos delatando el paradero de quienes han protestado contra los que califican como «fraude electoral de Maduro» o que incluso ayudaron a la oposición a obtener las copias de las actas emitidas por las máquinas de votación que dan como ganador al opositor Edmundo González, según su campaña.
En paralelo, a periodistas, activistas de la sociedad civil y miembros de partidos políticos les han anulado pasaportes. Y no han sido pocos. Comienza a ser una ola de anulaciones que van desde exintegrantes de la Comisión de Primarias de la oposición, pasando por miembros de ONG hasta periodistas de medios independientes o internacionales.
Edni López es una trabajadora humanitaria que el domingo tenía un viaje a Buenos Aires y fue apartada en Migración por los cuerpos de seguridad. Desde entonces no se conoce su paradero, según denunció Amnistía Internacional en Venezuela. El domingo también fue apresado el alcalde de Tinaquillo, Fernando Feo. El funcionario apoya a la líder opositora María Corina Machado y fue uno de los organizadores logísticos tanto de sus visitas a esa localidad como del trabajo de los testigos opositores el día de la elección.
En cuentas oficiales en redes sociales de funcionarios militares y de inteligencia se promociona la «operación tun tun» –a partir de la onomatopeya de tocar a la puerta–, básicamente para indicar que están haciendo detenciones. Han publicado vídeos con personas que protestaron tras el 28 de julio ahora entre rejas, como Iris Rincón, que escribió en una calle de Maracaibo «Libertad» con harina de maíz distribuida en un programa de alimentación estatal.
