Diseñan el primer test que detecta la demencia casi 10 años antes del diagnóstico

Diseñan el primer test que detecta la demencia casi 10 años antes del diagnóstico

Predecir la demencia casi 10 años antes de que se produzca sería el mayor avance en la historia del campo de la detección precoz. En mundo en el que esta patología neurológica está en continuo aumento, contar con un test diagnóstico rápido y fiable podría revolucionar la asistencia clínica. No en vano, más de 55 millones de personas padecen demencia en todo el mundo. Cada año, hay casi diez millones de casos nuevos y en España, se contabilizan más de 900.000 personas con esta enfermedad. Hacia el 60% tiene la forma más común: el alzhéimer.

Por suerte, la tecnología avanza. Gracias a soluciones como la inteligencia artificial, estamos más cerca de transformar el diagnóstico de la enfermedad del olvido. De hecho, un equipo de neurocientíficos afirma haber desarrollado un nuevo test capaz de predecir la demencia hasta 9 años antes del diagnóstico con un 82% de precisión. Los resultados su puesta en práctica se publican en la prestigiosa revista Nature Mental Health.

El modelo utiliza aprendizaje automático, un subconjunto de inteligencia artificial, entrenado para detectar signos de demencia precoz invisibles al ojo humano. Para ello fue necesario que los investigadores analizaran 1.111 imágenes de resonancia magnética funcional (IRMf) de personas con y sin demencia. Con esta base de datos, entrenaron su herramienta.

El test identifica cambios en la red de modos por defecto (DMN) del cerebro. La DMN es un conjunto de regiones cerebrales conectadas, que se encuentran más activas cuando se está en reposo que durante tareas cognitivas. Por lo tanto, se activan cuando una persona está tumbada en un escáner de resonancia magnética, sin hacer nada. Se cree que esta red cerebral interviene en la ensoñación y la introspección, entre otras actividades.

Los investigadores obtuvieron los escáneres de IRMf del Biobanco del Reino Unido, un repositorio amplísimo que contiene datos de más de medio millón de británicos y británicas. Entre los participantes había 81 personas a las que no se había diagnosticado demencia en el momento en que se tomaron los escáneres, pero que desarrollaron la enfermedad hasta nueve años después. A modo de comparación, 1.030 personas sirvieron como controles emparejados para el estudio.

Los investigadores examinaron las desconexiones entre 10 regiones clave de la DMN. «Dentro de la DMN, algunas áreas cerebrales mostraron una actividad reducida y otras zonas mostraron una actividad aumentada, probablemente como respuesta compensatoria [a la desconexión de la DMN]», explica el profesor Charles Marshall, profesor clínico titular de demencia en la Unidad de Neurología Preventiva del Queen Mary y coautor del trabajo.

Fue así como entrenaron al modelo. Y, cuando aplicaron su herramienta a los historiales médicos de los participantes, comprobaron que predecía con exactitud la demencia en un intervalo de dos años, que es cuando se produce el diagnóstico.

La misteriosa región DMN del cerebro relacionada con el alzhéimer

El estudio se centró en la demencia por todas las causas, así como en los factores de riesgo de la enfermedad de Alzheimer, el tipo más común de demencia. ¿El motivo? Varios estudios han encontrado que el Alzheimer se asocia con una disminución de la conectividad funcional dentro de la DMN.

Esta hipótesis es compatible con nuestro conocimiento actual de la enfermedad, cuyos cambios cerebrales característicos que se sabe que comienzan años, incluso décadas, antes del diagnóstico. Este avance supone un gran salto en un futuro en el que se espera que la detección precoz permita realizar intervenciones tempranas que eviten o prevengan la demencia.

Los autores del estudio también buscaron asociaciones entre la desconexión de la DMN y diversos factores de riesgo de demencia. Encontraron vínculos entre el modelo y el aislamiento social (que se ha relacionado con la probabilidad de desarrollar la enfermedad de Alzheimer), así como un riesgo genético de padecerla.

«En el futuro, necesitamos ampliar el trabajo para demostrar si es relevante o no para demencias más raras, como la demencia frontotemporal y la demencia por cuerpos de Lewy», declara Marshall. Otro desafío será estandarizar las resonancias magnéticas, ya que, hoy por hoy, diferentes lectores pueden llegar a conclusiones diferentes. Además, la definición de la desconexión de la DMN varía sustancialmente de un estudio a otro. Así pues, será necesario replicar los resultados.