La circulación del virus del Nilo Occidental (VNO), transmitido por el mosquito común (Culex spp), se está expandiendo por la zona suroeste de la Península. Extremadura confirmó ayer sus dos primeros contagios, un hombre de 66 años y una mujer de 56, que se mantienen estables aunque permanecen ingresados.
No obstante, la zona más afectada esta siendo la cuenca del Guadalquivir. Ayer, se reportaron dos nuevos fallecido como consecuencia de este virus del Nilo. ambos de Coria del Río. De una de las víctimas no se dispone información. La otra es un hombre de 71 años que murió en la madrugada del lunes en el Virgen del Rocío tras varios días ingresado.
Esta muerte se suma a otras tres por VNO en lo que va de año. La primera se produjo el 10 de julio en Dos Hermanas, una mujer de 71 años; la segunda víctima mortal fue una mujer de 86 años en Puebla del Río el 20 de julio; y la tercera se produjo el 14 de agosto en Coria del Río, una mujer también de avanzada edad. Tan solo una semana después, esta localidad ha tenido que lamentar otro fallecido por una enfermedad que está generando mucha preocupación en esta localidad y en toda la cuenca del Guadalquivir.
Contagio en Gerena
En lo que va de año, los contagiados por VNO ya han sobrepasado la treintena en Andalucía. El último caso confirmado fue ayer en la localidad sevillana de Gerena, el primero en la localidad: una persona de 73 años que ya ha sido dado de alta. Este primer contagio ha obligado al Ayuntamiento a incrementar el nivel de alerta.
Lo cierto es que esta temporada se está experimentando un repunte significativo de casos de VNO desde 2020, cuando se produjo el gran brote que dejó siete muertos y casi 80 contagios. Desde entonces, y gracias al ambicioso plan de prevención de la Junta de Andalucía, se ha conseguido reducir la incidencia: en 2021 se notificaron siete casos, en 2022 tan solo dos y en 2023 otros dos.
En este 2024 la circulación del virus se está incrementando de nuevo, lo que ha obligado a ampliar el espectro de búsqueda de mosquitos transmisores para aclarar dónde se han producido los contagios mediante nuevas trampas en puntos concretos.
Según informaron a Efe fuentes de la Estación Biológica de Doñana, encargada del estudio de la propagación del virus, los análisis de nuevas zonas de propagación se hacen de forma paralela a los estudios en puntos habituales, como Isla Mayor o Coria del Río. Una vez que se han detectado nuevas ubicaciones de afectados, se han colocado algunas trampas en puntos concretos para aclarar si la transmisión se ha producido en esa zona.
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