Dos valencianos, premio Jaume I en una edición sin mujeres entre los ganadores

Dos valencianos, premio Jaume I en una edición sin mujeres entre los ganadores

Los Premios Jaume I no suman ninguna mujer a su elenco de galardonados. Eso sí, un jurado entre el que se encuentran 20 Premios Nobel, ha premiado a dos valencianos en la categoría de Economía y en la de Emprendedor.

El primero ha sido para el director del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE), Francisco Pérez, «por su sólida trayectoria académica como profesor de Economía; su demostrado liderazgo como director de investigación del Ivie; y por sus servicios a la profesión y a la comunidad». Pérez ha destacado por los estudios que demuestran la infrafinanciación sostenida que soporta la Comunitat Valenciana, aportando datos objetivos al debate sobre financiación autonómica.

El otro valenciano es Victor Amarnani, CEO de «Big Buy», una empresa creada en 2013 dirigida a dar soluciones a las empresas pequeñas en la adaptación al comercio en línea, ayudándolas así en su internacionalización.

El científico Jordi Sunyer, ha sido reconocido con el premio Jaume I de Investigación Clínica y Salud Pública 2024, una categoría de nueva creación que surge de dividir el de la Investigación Médica en dos: uno para reconocer la Investigación Biomédica y otro para la Investigación Clínica y Salud Pública. En declaraciones a Europa Press, explica que la «disrupción ecológica del planeta afecta a la salud humana y lo hará en el futuro». Así, constata que la contaminación del aire tiene «una afectación importante en el desarrollo de las capacidades cognitivas, pero también en un aumento de trastornos como el autismo, la hiperactividad y la salud mental», provocando enfermedades como la depresión o la ansiedad. Además, la calidad del aire afecta de manera relevante al Alzheimer.

En la actualidad investiga, con un estudio de cohortes en embarazadas, si los efectos que el entorno tiene en el desarrollo cerebro en los primeros años de vida son transitorios o si con un cambio en la exposición los daños generados son recuperables.

El físico, ingeniero y doctor por la Facultad de Medicina de la UB Xavier Trepat, ha sido distinguido con «la otra mitad» de este premio Jaume I, es decir, en la categoría de Investigación Biomédica. El jurado ha valorado su amplia trayectoria dedicada a la Mecanobiología, un campo en el que ha sido pionero en España. Trepat ha logrado demostrar que esta disciplina es eficaz en ámbitos como la lucha contra el cáncer.

En la categoría de Nuevas Tecnologías se premia la labor del científico Luis Serrano. Frente a los alarmistas de la Inteligencia Artificial, él defiende que es una herramienta muy útil para avanzar en el conocimiento, pero que es a la sociedad y no a la ciencia a la que le corresponde «decidir su componente ético».

El jurado le ha concedido esta distinción por unanimidad por conectar la investigación fundamental y el desarrollo tecnológico con sus contribuciones en biología de sistemas, biología sintética y el diseño de proteínas, alcanzando gran impacto en la sociedad.

El premio Jaime I de Investigación Básica, ha recaído en Antonio Acín del Maschio, por sus revolucionarias contribuciones teóricas en el campo de la información cuántica.

El nuevo premio Jaume I a la Protección al Medio Ambiente, ha sido para Sergio M. Vicente-Serrano, quien advierte de que «con el cambio climático no se puede hacer política». Doctor en Geografía Física por la Universidad de Zaragoza y profesor titular del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, se destaca su liderazgo y contribuciones fundamentales para transformar «nuestro conocimiento de la sequía, como uno de los desafíos más críticos de nuestro tiempo».

Un jurado de prestigio e independiente

Pocos minutos después de que el presidente ejecutivo de la Fundación Premios Jaume I, Javier Quesada, acabase de leer el veredicto del jurado, Compromís acusaba directamente al presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, de «haber borrado a las mujeres de los Premios Jaime I». Sin embargo, en 2016, año en el que esta formación formaba parte del Consell, tampoco hubo galardonadas. Cada premio tiene un jurado que actúa de manera independiente. Por tanto, es imposible marcar un sistema de cuotas para que no se produzca esta situación que resta visibilidad a las mujeres en el campo de la ciencia, en el que su presencia aún es minoritaria.