En la Carballeira de Santa Lucía, año tras año desde hace ya medio siglo, existe una noche en la que las llamas se mezclan con el despuntar del alba y al calor del día se suma la brasa del fuego. Una sensación extraña, casi mística, por lo que haya podido suceder, donde la lumbre chisporrotea asando cuerpos abiertos hasta las mismísimas entrañas.
Un visitante despistado, difícil de encontrar en estos tiempos, podría verse sorprendido por la escena y por el miedo. No debe preocuparse. Lo que observa es el punto culmen de una tradición que ha derivado, como tantas en Galicia, en una fiesta: la del ‘Carneiro ao Espeto de Moraña’ (Pontevedra).
En ese amanecer ya mencionada el grupo de expertos asadores inicia una labor que se prolonga, con el carnero espetado, durante más de siete horas.
El origen
La costumbre, como también suele suceder en estos lares, es hija de la emigración. La evidencia oral fecha en 1923 el asado del carnero en Moraña. No obstante, y como recuerdan desde la propia organización, “resulta obligatorio mencionar a Eduardo Fariña Peña, nacido en 1900 y que regresó a España en 1934, trayendo consigo de su paso por Argentina los asados al estilo pampero”.
“Una vez en nuestro país continúa con lo que mejor sabe, experto en esa técnica, hará cientos de asados en Galicia”, añaden.
Pese a su creciente fama en el arte del asado, a Fariña Peña no le corresponde el origen de la fiesta del Carneiro Espetado. Este recae, más bien, en un sacerdote de Saiáns, José Lago Cambeiro, y en un grupo de jóvenes de localidad, que impulsan en 1963 la ‘Fiesta de la Juventud’, antecesora de lo que sería ya, en 1969, una celebración compartida: la ‘Festa da Xuventude’ y la ‘I Festa do Carneiro’.
La fiesta
Desde entonces, el protagonista indiscutible de la fiesta es el ‘carneiro ao espeto’. La preparación es todo un arte que comienza con la selección cuidadosa de los carneros, generalmente jóvenes y de alta calidad.
La carne se marina con una mezcla secreta de hierbas y especias, y luego se ensarta en grandes espetos de acero.
El asado se realiza al aire libre, sobre brasas de leña, y dura varias horas. El resultado es una carne jugosa y sabrosa, con un sabor ahumado inconfundible.
La fiesta dura varios días, si bien el evento principal tiene lugar este domingo, cuando se asan al estilo pampero cientos de carneros en el recinto ferial de Moraña.
Desde primeras horas de la mañana, los maestros asadores comienzan su labor, y el aroma del carneiro asado inunda el ambiente, despertando el apetito de todos los presentes.
Lotes de 400 euros
La ‘Festa do Carneiro ao Espeto’ se organiza en lotes para 20 personas. Para poder degustarlo en la Carballeira de Santa Lucía y dentro de la Organización de la fiesta, el Concello abrió el plazo de reserva hace dos meses para que todos aquellos que lo deseasen reservasen su mesa.
El precio del lote asciende a 400 euros para esos veinte comensales, e incluye, habitualmente, un de unos 12 o 14 kilos y dos empanadas de trigo, cuatro bollos de pan, una docena de botellas de vino tinto de la tierra, doce botellas de agua, café, aguardiente y servicio de mesa.
Quienes no hayan realizado la reserva o no hayan alcanzado el número de comensales, el carnero se puede disfrutar en los distintos establecimientos de Moraña que este domingo también lo preparan.
