El segundo festejo de la Feria de Begoña se convirtió en un duelo entre el valor y la capacidad de los novilleros lastrado por el mal uso de los aceros. Marco Pérez y Manuel Román, dos jóvenes promesas del toreo, desplegaron todo su repertorio ante un público entregado en El Bibio.
El salmantino, Marco Pérez, fue el primero en salir al ruedo. Su faena al cuarto de El Freixo, un novillo de juego variable, fue una muestra de su temple y oficio. Con suavidad y cadencia, el joven diestro construyó una faena de sabor clásico, en la que destacó por su toreo al natural. Sin embargo, la espada se cruzó en su camino y le privó de un triunfo más rotundo.
Manuel Román, por su parte, dejó patente su gran concepto del toreo. Su faena al quinto, de Núñez del Cuvillo, un novillo de gran clase y nobleza, fue una auténtica exhibición de toreo fundamental. El novillero dibujó series de naturales de una belleza exquisita, dejando al público boquiabierto con cada pase. Pero, al igual que Pérez, no pudo culminar su faena con la espada, lo que generó una gran expectación en los tendidos.
El sexto de La Quinta, un novillo de gran movilidad, fue el encargado de cerrar plaza. Marco Pérez, que ya había demostrado su valía, volvió a salir al ruedo dispuesto a dejar huella. Su labor fue una verdadera demostración de valor y entrega. El joven diestro se mostró firme y decidido ante un novillo que no siempre facilitó las cosas. Sin embargo, el acero volvió a traicionarle, dejando un sabor agridulce en su boca.
FICHA DEL FESTEJO:
Viernes 16 de agosto de 2024. Plaza de toros de El Bibio, Gijón. Segunda de la Feria de Begoña. Casi tres cuartos de entrada.
Novillos de El Freixo (1º y 4º), Núñez del Cuvillo (2º y 5º) y La Quinta (3º y 6º).
Manuel Román, de malva y plata, silencio, silencio tras aviso y silencio tras aviso.
Marco Pérez, de celeste y oro, palmas, oreja y silencio tras aviso.
