El ciberdelincuente que ayudó a estafar a más de 500 millones de personas y se escondía en Estepona

El ciberdelincuente que ayudó a estafar a más de 500 millones de personas y se escondía en Estepona

Tiene 38 años, se llama Maksim Silnikau —aunque también es conocido como Maksym Silnikov— y era uno de los ciberdelincuentes más buscados del planeta. Dio sus primeros pasos muy joven, en 2011. A lo largo de su trayectoria ha desarrollado malware —programa informático malicioso— cuyo uso ha servido para estafar a 500 millones de víctimas en todo el mundo, según los datos de la National Crimen Agency (NCA) de Reino Unido. Tras una larga investigación internacional fue localizado y detenido por la Guardia Civil en julio del año pasado en Estepona (Málaga, 74.493 habitantes). Mientras se tramitaba su extradición a Estados Unidos, donde se enfrenta a numerosos cargos, la Audiencia Nacional lo dejó en libertad provisional porque consideraba que no había riesgo de fuga, según detallan fuentes jurídicas. Sin embargo, escapó. Su pista se perdió de nuevo hasta que intentó cruzar la frontera de Polonia a Bielorrusia. Allí fue arrestado y, esta vez sí, ha cruzado el Atlántico para sentarse frente a un tribunal.

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El hacker que también fue localizado en Estepona

La ciudad de Estepona fue, en 2021, protagonista de otra sonada detención: la de un británico acusado de hackear las cuentas de Twitter de Barack Obama, Elon Musk, Bill Gates, Jeff Bezos, Warren Buffett, Kanye West o Kim Kardashian con el objetivo de estafarlas. Tenía 22 de años y, además de piratear cuentas de TikTok y Snapchat de famosos, había solicitado dinero a través de 130 perfiles a los que accedió de manera ilegal, llegando a amenazar y acosar a una víctima menor de edad. En abril 2023 el arrestado, cuyo nombre es Joseph James O’Connor, alias PlugwalkJoe, fue extraditado desde España a Estados Unidos, donde en mayo se declaró culpable de numerosos delitos cibernéticos y en junio fue condenado a cinco años de cárcel por un juzgado de Nueva York. “Las actividades delictivas de O’Connor fueron flagrantes y malintencionadas, y su conducta afectó a la vida de muchas personas. Acosó, amenazó y extorsionó a sus víctimas, causándoles importantes daños emocionales”, declaró a través de un comunicado el fiscal General Adjunto Kenneth A. Polite, Jr. de la División Penal del Departamento de Justicia.

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