A finales de octubre, Anabel Pantoja se convertirá en madre primeriza con la llegada al mundo de una hija muy deseada. La sobrina de Isabel Pantoja, casi una hija para la tonadillera, está viviendo un final de embarazo un poco complicado, tal y como confiesa ella misma: “Me asfixio bastante, es como si tuviera comprimidos todos los órganos”.
Este último tramo de gestación se lo toma Anabel con la mayor tranquilidad, disfrutando de su remodelada casa en Canarias. Mucho descanso y una alimentación equilibrada. Dicen que tan solo ha engordado unos cinco kilos en estos casi nueve meses de embarazo. Ella se jacta de esta circunstancia colgando fotos de su cuerpo en sus redes sociales, en las que pardea también de su gran amor hacia su pareja sentimental, David. En el cajón de los malos recuerdos quedan las presuntas infidelidades del masajista. Anabel nunca se creyó que su novio estuvieran ligando con otras mujeres desde que está con ella.
Lo que no se sabe todavía es si la influencer tiene en mente casarse con David a mediados del 2025, tal y como se rumorea. A su madre, Merchi, le haría mucha ilusión ver a su hija pasando por el altar.
Y su tía Isabel sueña con convertirse en madrina de bautizo del bebé que viene en camino. Como decimos, considera a su sobrina como una hija, en este sentido, Anabel parece ocupar en la vida de la artista el lugar destinado a Isa, quien lleva mucho tiempo sin tener el menor contacto con su mediática madre. Están tan distanciadas que la cantante ni siquiera se acercó a ver a su hija cuando recientemente pasó por el quirófano por culpa de una apendicitis.
