El cuco y el insecto palo: evolución creativa

El cuco y el insecto palo: evolución creativa

El titular no es una metáfora ni una fábula de Esopo, es que voy a hablar del cuco y el insecto palo, literalmente. Empecemos por el último. El insecto palo, o fásmido, es un insecto de pleno derecho, con sus antenas, sus patas, su abdomen y todo lo que hay tener en su sitio, pero las formas que es capaz de adoptar para confundirse con su entorno son una de las grandes maravillas de la zoología. Por eso no solo se llama insecto palo, sino también insecto hoja, zapatones, aguja del diablo y otras cosas peores que reflejan su asombrosa versatilidad de aspectos. Por supuesto, no es el mismo individuo quien sabe hacer todos esos trucos, ni siquiera la misma especie: los fásmidos son todo un orden que agrupa a muchas especies. Y eso es justo lo que los hace tan misteriosos, porque quien tiene que ser creativo aquí no es el bicho, sino la evolución, y no sabemos cómo demonios la evolución hace eso.

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