Así como la Yoli sueña con arrojar a los judíos al mar, Óscar Puente con cantarle un tango («Flor de fango») a Milei en cuanto vuelva por aquí, y Mónica García con operar sin anestesia a Díaz Ayuso, este bufón sueña con que lo democratice ya y para siempre Ione Belarra. La diputada de Podemos ha anunciado en el Congreso un proyecto de ley para democratizar a los periodistas, que ya se sabe que en cuanto nos conceden un poco de tolerancia somos como las cabras (o los cabrones) que tiran al monte. Cree Ione que ya es hora de devolver el rebaño al redil, acaso con la resurrección de la Dirección General de Prensa y Radio del Movimiento bajo la advocación de Ramón Serrano Suñer.
No ha especificado la podemita qué tipo de democracia quiere para todos nosotros, sus hijos. Si la democracia orgánica y de las JONS, la de Putin, la de Xi Jinping, la de Maduro, la de Ortega, la castrista, la de Kim Jong-un o la vietnamita. ¿Nos enseñará democracia partiendo de Clístenes, Platón, Aristóteles o el Canal Red de Pablo Iglesias? No parece que Ferreras, Susanna Griso, Pablo Motos y Ana Rosa Quintana le vayan a servir de inspiración. Es más, si de ella dependiera, ya estarían en Campos de Trabajo y Reeducación recitando todo el día el Libro Rojo de Mao por conspirar contra la izquierda, la extrema izquierda y la izquierda del más allá.
Como reeducado que pienso ser, solo pido que vuelva a exhibir en el aula la moda pezonera de jersey ajustado que nos regaló en su día y que llegó a oscurecer la raja de la falda de Isabel Díaz Ayuso o los excitantes toqueteos de la Yoli.
Preséntese como demócrata de camiseta mojada sin sujetador y verá la clase a rebosar. Palabrita de viejo verde.
