El doblete perfecto de Juan Carlos Ferrero, el guardián del altavoz

El doblete perfecto de Juan Carlos Ferrero, el guardián del altavoz

Ferrero, Juan Carlos, Juanki en confianza, sonríe y celebra después de cerrar un círculo perfecto. La doble cumbre en París: primero como jugador, ese mosquito revoloteador y con mechas rubias que picaba con ganas y acierto, triunfador en 2003 tras haber perdido la final del año anterior, turno de Albert Costa, la redención después; y ahora desde el banquillo, donde suena constantemente el altavoz. “Es verdad que igual no tienes que estar tan encima de él como cuando tenía 15, 16 o 17 años, porque ahora es un jugador que va adquiriendo ya esa experiencia necesaria para darse cuenta de cuándo está fallando en algo, o cuándo debe realmente mejorar en otra cosa. Pero siempre hay que estar un poquito encima de él para intentar que realmente abra bien los ojos…”, se explica el preparador, siempre alerta, sin perder de vista ningún detalle para que Carlitos, genio despistadillo, no baje la guardia y se vaya a dar una vuelta por algún pensamiento recóndito.

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