Dos escenas describen este documental. En una, una mujer sale vestida de novia de un portal rodeado por coches calcinados: va a casarse en el Sarajevo que estuvo sometido a asedio entre 1992 y 1996. Los invitados celebran la boda en una casa particular, con alegría, aunque parecen listos para correr al refugio si suenan las sirenas. En la otra, un periodista aborda a Bono, el líder de U2, para una entrevista al revés: no quiere sacarle un titular al cantante, sino convencerlo para que apoye la causa de los bosnios durante las terribles guerras que asolaron la Yugoslavia en descomposición. Tiene 13 minutos para persuadirlo, y lo consigue.
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