El español Miguel Molina, Fuoco, Nielsen y Ferrari conquistan las 24 Horas de Le Mans más disputadas

El español Miguel Molina, Fuoco, Nielsen y Ferrari conquistan las 24 Horas de Le Mans más disputadas

No sólo Ferrari conseguía ganar en Le Mans por segundo año consecutivo (y undécimo de la historia), sino que un piloto español -el tercero tras Marc Gené y Fernando Alonso- conseguía levantar la copa de vencedor: Miguel Molina. Todo un éxito para el deporte español. Le Mans siempre se guarda un “as” en la manga. Este año fue la lluvia intermitente, las tormentas y el frio, que cambiaron los planes de todas las marcas.

Tras unos entrenamientos muy apretados entre todos los Hypercar, dominados por BMW (calificación) y Porsche (Hyperpole), las opciones de victoria se abrían a las nueve marcas presentes (Ferrari, Toyota, Peugeot, Isotta, Porsche, BMW, Lamborghini, Alpine y Cadillac). Además, a los 23 Hypercar, se sumaba una quincena de LMP2 y los Gran Turismo (este año GT3), que elevaban el número de equipos oficiales de marca a catorce. Casi nunca se han reunido tantas y tan igualadas, gracias al Balance of Performance (equilibrio de prestaciones que establece la Federación Internacional del Automóvil).

Todo ello ofreció este año una edición apasionante, mejor aún que la del Centenario el año pasado. Durante toda la tarde Ferrari, Porsche y Toyota se alternaron en cabeza, sin diferencias más allá de unos segundos. De modo que cayó la húmeda noche, salpicada de tormentas parciales y breves, con trece Hypercar en la misma vuelta y con Toyota en cabeza. El Ferrari semioficial de Kubica, que había liderado durante las últimas horas, acabó echando de la pista a un BMW, siendo penalizado con 30 segundos, que le hundieron la carrera.

La lluvia no había hecho más que empezar, arreciando durante la madrugada. Tanto, que obligó a salir a pista al Safety Car durante más de tres horas y media por falta de visibilidad. Eso impidió que se crearan diferencias entre los Hypercar, que emergieron al amanecer -ya sin lluvia- prácticamente emparejados y, Porsche, Ferrari, Toyota y Cadillac aun con opciones de victoria. Alpine y BMW ya las habían perdido y, Peugeot y Lamborghini habían cedido una vuelta ¡tras 16 horas de carrera!

Cadillac, con el español Alex Palou al volante, tomó el liderato a mediodía del domingo, pero la secuencia de repostajes permitió a Toyota recuperar la primera posición con los dos Ferrari oficiales y un Porsche pegados. Cuatro marcas ocupaban las cuatro primeros puestos. Durante un relevo, los españoles Palou (Cadillac) y Molina (Ferrari) estuvieron disputándose la cabeza de carrera. Cualquiera podría ganar a tenor de las paradas en boxes… ¡hasta que la lluvia arreció de nuevo!

Las tres últimas horas, sobre una pista deslizante, fueron para el Ferrari de Molina-Fuoco-Nielsen. Apostaron por no parar en los 15 minutos finales para hacer un “splash & dash” de gasolina.. ¡y cruzaron la meta con apenas el 2% del depósito! ¡por poco no llegan! Esta arriesgada estrategia les valió derrotar a Toyota por menos de 20 segundos. Porque una parada más los hubiera relegado fuera del podio. Toyota también mereció ganar, con un Jose María López desencadenado. Apartado del equipo este año, el argentino fue llamado “in extremis” tras la rotura de clavícula de Mike Conway. Y quería demostrar su valía… aunque le sobró una parada en boxes. Ferrari conseguía situar su segundo coche en el podio, dejando a Porsche y Cadillac fuera de él. Eso sí, Porsche vencía en la categoría de Gran Turismo por delante de BMW y Ford, con tres marcas distintas en el podio.

La 92ª edición de las 24 Horas de Le Mans superó todas las espectativas (también de público asistente). No fue la de final más apretado en tiempo o distancia, pero si una de las más impredecibles de su larga historia. Ferrari se llevaba la undécima victoria -primera desde el año pasado- y demostraba que la de 2023 no había sido una casualidad. Esta vez su estrategia fue perfecta y, situar dos coches primero y tercero, prueba de su eficacia.