La semana pasada se habló muy mucho de la bellísima[[LINK:INTERNO|||Article|||66ed727856e6b0e4ba822994||| Antonia Dell’Atte]] durante el desfile de Armani en Milán, donde apareció con media cara blanca. Algunos comentaron que se trataba de un error de maquillaje, mientras que otros argumentaron que era un efecto de la luz. Pero, ¿realmente una modelo de la talla de Antonia, con su vasta experiencia en las pasarelas, cometería semejante desliz? Yo creo que no. Fue, más bien, una interpretación audaz, un llamado de atención que siempre ha sido parte de su estilo.
Lo que realmente me dejó ojiplática fue su nueva sonrisa al estilo Joker. Si observamos fotografías anteriores, notamos que tenía marcadas las líneas de marioneta. Estas líneas son arrugas que aparecen en la zona de la comisura de los labios, creando una línea descendente hacia el mentón. A menudo se asocian con una apariencia de tristeza, algo que claramente afectaba a la italiana. ¿Y cómo lo resolvió ? Rellenándolas en exceso con ácido hialurónico. ¿Resultado? Sonrisa de Joker.
Los rellenos labiales se han convertido en una opción popular para alterar la forma de los labios, pero a menudo se pasa por alto el impacto que estos procedimientos pueden tener en la sonrisa. Lo que comenzó como una tendencia en Corea, llamada «Smile Lipt», tiene como objetivo lograr una sonrisa permanente, similar a la del icónico Joker de Batman. El objetivo de las coreanas era lucir una sonrisa eterna sin necesidad de mover los músculos faciales. De esta manera, al ejercitar menos la mandíbula, se evitaba la aparición de arrugas. «Smile Lipt» proviene de las palabras en inglés «lip» (labio) y «lift» (elevar). Esta técnica quirúrgica consiste en elevar las comisuras de los labios, que a veces presentan flacidez debido a la musculatura facial. El cirujano realiza un pequeño corte en las comisuras para levantarlas, creando la ilusión de una sonrisa perpetua. Hoy en día, confiamos en los neuromoduladores y rellenos para combatir los signos del envejecimiento. La clave radica en la técnica del inyector y los productos utilizados, por lo que es fundamental que el profesional esté bien capacitado en ambos.
Dependiendo de los productos utilizados y de los lugares de aplicación, un poco de relleno o neuromodulador puede transformar la parte inferior del rostro, y eso es exactamente lo que le ha sucedido a Antonia. No obstante, no hay razón para preocuparse. Para el exceso de ácido hialurónico, existe un antídoto: la hialuronidasa. Así que, Antonia, un poco de antídoto y adiós a los excesos. Recupera tu fabulosa sonrisa y déjate de tratamientos innecesarios.
