El ‘esquema Ponzi’: la presunta estafa que aupó a Alvise Pérez al Parlamento Europeo

RMAG news

La Fiscalía General del Estado (FGE) ha remitido a la Sala Tercera de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo una denuncia interpuesta por el empresario de criptomonedas Álvaro Romillo contra el líder y eurodiputado de la formación ‘Se Acabó La Fiesta’ (SALF), Luis ‘Alvise’ Pérez.

En la querella, el empresario acusa al ahora europarlamentario de una presunta financiación ilegal de su formación política, asegurando que el pasado 27 de mayo, pocos días antes de las elecciones europeas del 9 de junio que le auparon a la Eurocámara, el empresario le entregó 100.000 euros en efectivo al líder de SALF para promocionar su “chiringuito financiero”, como él mismo lo calificó.

El fundador de Madeira Invest Club (MIC), compañía de inversión en criptoactivos que ya cerró y que, en su momento, promocionó el propio Alvise, denunció al actual eurodiputado el pasado 19 de septiembre por una presunta financiación ilegal. Según el empresario, Alvise contactó con él en marzo para crear una “cartera online” donde recibir financiaciones “de manera anónima y encriptada”.

Así, en la conversación Alvise explicó a Romillo que necesitaba “entre 300.000 y 360.000 euros”, y ante la insistencia, el empresario le acabó entregando, supuestamente, 100.000 euros en metálico. Sin embargo, el problema está en que la ley de financiación de partidos establece que no puede haber donaciones de una misma persona superiores a 50.000 euros, de los que a partir de los 25.000 euros se deben notificar al Tribunal de Cuentas.

Qué es el ‘esquema Ponzi’: de la estafa piramidal al presunto fraude de Madeira Invest Club

Tal y como explica el digital ’20minutos’, el empresario Álvaro Romillo creó un club de inversiones, Madeira Invest Club, con el que llevó a cabo el conocido ‘esquema Ponzi’. Esta es una variante de una estafa piramidal en la que los estafadores atraen a inversores prometiendo altas rentabilidades.

En este sentido, la presunta estafa está en que no hay una inversión real, es decir, el dinero de los nuevos inversores no se invierte en ningún negocio o proyecto que genere ganancias, sino que se destina a pagar los beneficios de los primeros inversores. Es decir, las ganancias son falsas, los pagos a los primeros inversores provienen del dinero de los nuevos, no de beneficios reales.

Las estafas que encajan en este tipo de esquemas comienzan de la misma manera: una persona le hace una promesa de alta rentabilidad a nuevos inversores para que estos se unan al negocio y aporten fondos económicos a la causa; tal y como pasó, presuntamente, en con Alvise Pérez y el empresario de criptomonedas Álvaro Romillo, tal y como se puede escuchar en las llamadas difundidas entre ambos.

La defensa de Alvise

El eurodiputado ha reconocido en un mensaje publicado esta mañana en su canal de Telegram, en el que habla de sí mismo en tercera persona, que aceptó los 100.000 euros “como autónomo y sin factura”. De esta manera, el ahora diputado europeo se excusa argumentando que empleó ese dinero para “gastos electorales” derivados de su campaña para las elecciones europeas del pasado 9 de junio.

“El pago de servicios en efectivo de ‘CryptoSpain’ (empresa de Romillo) siendo autónomo no está permitido para cantidades superiores a los 1.000 euros. Fiscalía acusará al líder de SALF de haber usado el dinero para regalar 5.000 camisetas y gorras, pagar los vehículos de campaña, hoteles y vuelos, o imprimir las 2 millones de papeletas que repartió por todo el país, entre otros ‘gastos electorales'”, ha escrito Alvise en su canal de difusión entre sus seguidores.

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