El estofado taurino

El estofado taurino

Un estofado. Una carnicería. La lidia es cruel. Solo falta mirar al toro a los ojos, mirar al animal aturdido, ver la sangre chorreando, que le llega hasta las pezuñas. Y entonces siguen las verónicas, los pases de tulipanes, como si el ruedo fuera un campo de flores, los pases de pecho, hasta que el corazón revienta. Las plazas están en agonía, aunque allí ya no caben ni alfileres. Y así siguen los tópicos, hasta la náusea. Unos agitan el trapo ante el gentío, otros abuchean, de pronto todo se llena de griterío.

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