Una de las medidas estrella para atenuar el efecto en el consumidor de la inflación desbocada por la invasión rusa de Ucrania, la del transporte ferroviario gratuito de corta y media distancia, puesta en pie en julio de 2022, está abocada a decaer en los próximos meses. Probablemente a final de año. Pese a que no hay una decisión tomada, el asunto está siendo analizado por técnicos del Ministerio de Transportes, de Economía y de Hacienda, entre los que buscan armar un mecanismo de ayuda alternativa, pero más selectivo. Los beneficiarios serían los viajeros que utilizan el tren de forma recurrente para ir al trabajo, colectivos vulnerables y los jóvenes.
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