La reforma de la ley de seguridad ciudadana, la conocida como ley mordaza, que el PP aprobó en 2015 gracias a su mayoría absoluta en el Congreso, da un paso de gigante tras un año y medio de bloqueo por la falta de acuerdo entre el Gobierno y sus aliados parlamentarios. Los partidos de la coalición y EH Bildu han llegado a un acuerdo, al que confían que se sume ERC, sobre el uso de material antidisturbios -las pelotas de goma se sustituirán por material menos lesivo de forma progresiva-, la desobediencia a la policía, las faltas de respeto a los agentes y las devoluciones en caliente, comparten fuentes parlamentarias de varios partidos. Los cambios se sustanciarán en una proposición de ley y se basará en el dictamen que decayó en la legislatura pasada, en marzo de 2023, en la comisión de Interior del Congreso de los Diputados por la resistencia del PSOE a incluir los puntos mencionados.
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