El honor de los militares «decisivos» para la democracia

El honor de los militares «decisivos» para la democracia

Una larga cola ocupaba la entrada al Instituto de Cervantes por la madrileña calle del Barquillo para ver a un protagonista de la Transición española, el militar retirado Xosé Fortes, recordar la lucha que con otros compañeros de las Fuerzas Armadas realizaron a través de la clandestina Unión Militar Democrática (UMD).

Con motivo de la presentación del libro «En la piel de los héroes» (Tusquets), Xosé recordó, como hace en el libro, «la conspiración democrática» que llevaron a cabo, con no pocas consecuencias, en el seno del Ejército franquista a partir de los años 70.

Xosé nunca sintió soledad en sus esfuerzos por la causa de la democracia ya que, explicó, la sociedad española de entonces ya había cambiado radicalmente y fue el mundo castrense el que se encerró en sí mismo porque no creían en una España que no fuera dirigida por ellos.

Entre el público no faltaron viejos amigos, como el general Ayala, del que el autor recordó el día que «me dio las gracias por el gesto que hicimos de luchar por un ejército más politizado».

No quiso pasar este veterano militar sin rememorar a los grandes nombres de ese cambio de régimen para dar la versión que él vivió en su propia piel sobre cuál fue su papel. Adolfo Suárez fue, para Xosé, «esencial y realizó una labor asombrosa, viniendo de donde venía».

Otro muy cercano, Gutiérrez Mellado, del que contó que un mensaje que les mandó cuando estaban recluidos en Ceuta, diciendo que próximamente saldrían en libertad, le costó ser ministro en el último Gobierno franquista de Carlos Arias Navarro.

Junto al horizonte democrático, expuso, estaba como objetivo imprescindible en su «conspiración» la incorporación europea dado que lo veían como su «ámbito cultural» y, por tanto, eran «muy europeístas».

A su lado, su hijo, el periodista Xabier Fortes, que se encargó del epílogo de la obra, bromeó con su padre sobre la detención que sufrieron en julio de 1975 al entender que «normal que os hubieran pillado, si [Nicolás] Sartorius se enteró en la cárcel de que habíais creado la UMD».

Para Xabier Fortes el verdadero legado que tiene la organización clandestina de militares demócratas fue «meter miedo a todos los generales y mandos golpistas» que, recordó, llegaron a creer que eran muchos más y hasta que había varios en el Estado Mayor. Algo que nunca ocurrió, pero que sirvió.

Precisamente, el histórico dirigente comunista Sartorious, otro de los protagonistas del acto, invitó al público a imaginarse el día en que encarcelado se enteró de que existía un grupo de resistencia por la igualdad y la libertad en una parte del «núcleo duro del poder», que no era otro que las Fuerzas Armadas.

«Nos dieron esta alegría, pero también un disgusto cuando les detuvieron, aunque fue para nosotros un síntoma del avance hacia la democracia», relató.

Sartorius advirtió como hecho a no perder de vista que se les condena en un consejo de guerra por rebelión y sedición con Francisco Franco ya muerto y fue, entonces, «cuando empezó (para ellos) el calvario». Lo que, sin duda, indicó, demuestra que por mucho que «muera el dictador, no llega la democracia» y aún hubo que sacrificarse. Cumplieron las penas en los castillos militares penitenciarios que había en distintos puntos del territorio español.

Así lo hicieron personas, se demuestra en el libro, como los hermanos Reinlein, Luis Otero, López-Amor y Julve, de la UMD, poniendo en riesgo su carrera profesional, su promoción en las Fuerzas Armadas y hasta su libertad individual.

La periodista Nativel Preciado fue la maestra de ceremonias que puso en valor que «interesa hacer memoria sobre estos héroes tan anónimos que trajeron los derechos» a nuestro país, cuando era «una utopía».

La apertura del acto corrió a cargo, como no podía ser de otra forma, del presidente de la institución que acogió la presentación. El poeta Luis García Montero se dirigió directamente a Xosé Fortes para reconocerle que «testimonios» como el suyo son los que permiten comprender «qué significo la UMD» y todo lo que hizo para «devolverle la autoridad a la ciudadanía» tras una dictadura de 40 años.

Entre el público una vicepresidenta, Yolanda Díaz, y dos ministros, el de Interior, Fernando Grande-Marlaska, y el de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres. Acompañándoles también estuvo el defensor del pueblo, Ángel Gabilondo.

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