Un equipo de científicos ha presentado la creen que puede ser una nueva alternativa para adelgazar, capaz de reducir las grasas en un estudio realizado en ratones. Los resultados de su investigación se publican en la revista especializada The Journal of Nutrition. Éstos arrojan, según sus autores, una “prometedora estrategia dietética” para tratar alteraciones metabólicas como la obesidad, así como las enfermedades que se derivan de ella, siendo la diabetes o la hipertensión arterial algunas de ellas.
El kit de la cuestión se hallaría en el betaglucano, un curioso compuesto presente en las paredes celulares de cereales, hongos, levaduras o algas. En la actualidad, esta sustancia formada por moléculas de glucosa unidas entre sí se estudia como tratamiento para el cáncer, ya que es capaz de estimular el sistema defensivo del cuerpo para destruir con más eficacia las células cancerosas. Ahora, los investigadores del presente trabajo afirman que también han hallado beneficios que podrían ayudar al organismo a perder más peso que otros compuestos naturales similares.
El estudio todavía no ha sido probado con humanos y fue realizado con ratones. Sin embargo, los expertos concuerdan en afirmar que, si los resultados funcionan con personas, podrían haber dado con la tecla para encontrar una solución natural eficaz para el tratamiento de problemas metabólicos.
¿Cómo se hizo el estudio?
Los ratones que participaron en las pruebas estaban alimentados con una dieta rica en grasas. Más del 35% de su ingesta habitual estaba compuesta por grasa. Ya con un índice de grasa corporal alto, y manteniendo la dieta alta en grasa, se les comenzó a alimentar con suplementos alimenticios basados en fibra. Todo ello con la intención de corroborar si existe alguno que ayude en la reducción de peso.
En concreto, se alimentaron a estos ratones con 5 diferentes clases de fibra: pectina, β-glucano (también denominado betaglucano), dextrina de trigo, almidón resistente y celulosa de control (un placebo). En todo momento se continuó con la dieta grasosa y se midieron valores vitales como el peso corporal, la adiposidad, la calorimetría indirecta, la tolerancia a la glucosa, la microbiota intestinal y las moléculas producidas durante el metabolismo denominadas como metabolitos.
Betaglucano, la sustancia que ayuda a perder peso
Los resultados fueron evidentes. Tan solo el suplemento del betaglucano durante la dieta alta en grasas consiguió bajar los niveles de adiposidad, aumentar la tolerancia a la glucosa y reducir el aumento de peso del animal. El resto de tipos de fibra no produjeron ningún resultado en términos de pérdida de peso, pero sí que consiguieron, todas ellas, modificar la microbiota intestinal.
De esta manera, se consiguió un aumento de la actividad física de los ratones, así como un sensible mayor gasto energético en comparación con la celulosa de control suministrada en la dieta alta en grasas. Para el equipo autor del estudio, encabezado por la Dra. Elizabeth J. Howard, estos resultados demuestran que incluir el betaglucano en las dietas podría ser una estrategia «prometedora para las enfermedades metabólicas».
Pero estos no son los únicos beneficios del betaglucano. Ya en 2011, un estudio realizado por la doctora Uma Tiwari, corroboró empíricamente que ayudan a reducir el colesterol, por lo que colaboran en una mejor salud cardiaca. Además, el betaglucano se considera beneficioso para mantener una buena salud intestinal al favorecer la digestión y la flora intestinal. Como se ha mencionado, también disminuye la inflamación y contiene efectos anti-cancerígenos. Y algo que ha venido a sentenciar de nuevo el estudio actual: regula los niveles de azúcar en sangre y disminuye el riesgo de obesidad.
Qué alimentos tienen betaglucano
Lo primero que hay que tener en cuenta es que el estudio no indica ni prueba que comer alimentos con betaglucano sirva para adelgazar o perder peso. En el trabajo, se utilizaron suplementos con este componente aislado de los organismos y alimentos que lo contienen.
Otro dato a tener en cuenta es que el cuerpo humano no puede producir este tipo de fibra. Aun así, podemos encontrar el nutriente betaglucano en varios alimentos de la familia de las levaduras, algas marinas, cereales u hongos.
Levaduras: en general producen una gran cantidad de betaglucanos de diferente tipo. El punto positivo es que, en porcentaje, son más fáciles de extraer que el los cereales durante el proceso metabólico. En el mercado se pueden encontrar dentro de levaduras nutricionales, por ejemplo.
Cereales: seguramente, es la familia con mayor número de alimentos o más fáciles de conseguir que contengan esta sustancia. Hablamos del trigo, centeno, maíz, cebada, sorgo o el siempre infalible arroz, entre otros.
Hongos: existen múltiples setas o champiñones ricos en betaglucano, como por ejemplo el corolius versicolor (seta), el champiñón del sol o el maitake (hongo danzante)
Algas: en el mercado, el betaglucano está presente en las algas, así como en complementos alimenticios que las contienen en forma de cápsulas, polvos o similares. No obstante, debemos saber que las algas y los ‘suplementos’ a base de estas o de cualquier otra sustancia no son inicuos. Siempre debemos consultar con un profesional de la salud antes de añadirlos a la dieta o realizar un cambio de alimentación.
